Es sumamente difícil que una banda de otra ciudad ingrese a Colón asalte un comercio o entidad financiera y huya sin poder ser atrapados.
Simplemente las rutas de acceso a la localidad deben estar bien custodiadas. En igual situación están las localidades de Ferré, Hughes, Wheelwright; Villa Cañas, Teodelina, Rojas, Salto –entre otras-.
Si logramos este cometido, los delitos que suceden serán de poco monta y realizados por gente “intramuro”.
Sin embargo existen ciudades como Pergamino que sufren una ola de delitos por la ineficacia policial en controlar las rutas de acceso, mala prevención y peor eficacia en investigar y resolver junto a la justicia los delitos ilícitos acaecidos.
En los últimos tiempos se observa una creciente delincuencia “interciudad” donde vemos una mala predisposición táctica y estratégica en las fuerzas de seguridad, para prevenir los delitos.
En Colón llegan y asaltan a una compañía de seguros. Los delincuentes se habrían trasladados 110 kilómetros sin que ninguna fuerza pública se percatará.
Se puede decir que entraron, marcaron el lugar con inteligencia previa, huyeron y regresaron a sus “aguantaderos” sin ser molestados. Una vez ocurrido el ilícito siguen impunes por falta de una investigación seria profunda y seria.
El lunes un remisero de Pergamino es abordado por un colonense en la vecina ciudad, pacta un viaje y al llegar al casco urbano de Colón es asaltado por el “viajero” . En total el vehículo recorrió 55 kilómetros y entró y salió de dos ciudades como pancho por su casa.
El último hecho sucedió el lunes cuando el remisero Juan Rocha fue abordado en la zona céntrica de Pergamino por un colonense y al llegar a boulevard 17 fue asaltado.
El malviviente le habría apoyado un cuchillo en el cuello y se llevó la recaudación de la jornada y un celular.
El asaltante era de baja estatura, morocho y algo morrudo.
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