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07/04/2007
Pergamino

Melina, la menor accidentada en la plaza, recibió el alta y su mamá analizó el caso


Silvana Díaz es la madre de la niña que fue golpeada por un mástil el pasado 25 de marzo en el espacio público ubicado en el barrio General San Martín y en las últimas horas regresó a su domicilio después de varias jornadas de angustia en el Hospital San José...


Las imágenes de aquel momento, los días en el nosocomio y la recuperación de la pequeña fueron explicados por la progenitora ayer por la mañana en exclusiva para LA OPINION.


(La Opinión) En las últimas horas Melina Arévalo Díaz, la menor que jornadas atrás sufrió el accidente en la Plaza Della Paolera del barrio General San Martín, retornó a su domicilio después de pasar momentos difíciles en las salas del Hospital San José, más precisamente en el sector Pediátrico del centro de salud pergaminense que asistió a la niña desde un primer instante. Al respecto la familia de la nena comentó que "estaremos por siempre agradecidos a todos los médicos y personal de este lugar maravilloso que nos cobijó desde aquel fatídico domingo", explicó Silvana Díaz, la mamá de Melina que dialogó con LA OPINION en la mañana de ayer.


"Personalmente siento una enorme alegría porque la nena está conmingo", dijo la madre de esta hermosa criatura y añadió que "si bien todavía no tiene el alta definitiva, lo importante es que esté en casa, recuperándose con la familia que no se despega de su lado desde el primer momento; hoy Melina está lúcida y habla de todos los temas con nosotros".


- ¿Qué le han dicho los médicos al respecto, cómo será la evolución?
- Ellos me comentaron que la nena está en perfecto estado, la evolución fue rápida y lo que sucedió fue realmente muy bueno, algo que a ellos mismos les sorprendió.
- ¿Habrá que seguir un tratamiento especial a partir de ahora?
- Por el momento no me han dicho nada; actualmente consume un medicamento para continuar con el tratamiento que nos entregaron y el lunes tengo que hablar con el neurocirujano para saber la manera en que la atenderán a ella de ahora en más.


Ha sido para nosotros muy bueno el servicio del Hospital San José, es imposible decir algo en contra o quejarme, los estudios que necesitábamos fueron entregados siempre con amabilidad. Melina hoy se encuentra bien, yo la miro a cada instante y su mirada es tal cual era antes del accidente.


Un día inolvidable


La tarde del pasado domingo 25 de marzo seguramente está gravada a fuego en la memoria de la familia Arévalo Díaz; el destino los ponía nuevamente frente a la fatalidad que significan los accidentes urbanos y esta gente, que parecía haber vivido todo después de la pérdida de Ezequiel, el niño que falleció en la pileta del Parque Municipal, tuvo que enfrentarse al irremediable destino.
Entre lágrimas Silvana proyecta en su mente aquel momento y recuerda que "la tarde de aquel domingo no me la saca nadie más de la cabeza; pensé que estaba muerta cuando la tuve en mis brazos, luego del golpe que recibió. Es imposible decir lo que me tocó pasar en esos minutos, no se lo deseo a nadie porque fue muy feo; un ruido se escuchó en la plaza y ese sonido todavía está en mi cabeza y partir de allí la historia conocida".


- Ustedes habían ido con los chicos para que ellos jugaran...
- Todo fue rápido, en cuestión de segundos; llegamos a la plaza, nos sentamos en un banco con mi cuñada y ellos salieron a jugar. Primero Melina me pide estar en el tobogán, pero no se lo permití porque estaba roto, le faltaban maderas en algunos de los tramos y le dije que no lo usara. La nena se bajó del primer escalón y se dirigió a otro sector de la plaza pero la desgracia se apoderó de aquella tarde, sentí el estruendo y corrí a buscar a mi hija; la tomé en mis brazos y es allí cuando compruebo que la cabeza estaba llena de sangre. Horrible, inolvidable y duro de contar.


El ingreso al Hospital


"Para mí hubo un corte en la vida; me cuesta recordar ese instante en el cual la llevamos al Hospital porque recién empiezo a ver lo sucedido cuando Melina se halla internada, con los estudios y operaciones de por medio", contó esta joven madre y sostuvo que "ella quiso llorar en la plaza pero se quedó quieta como si estuviera muerta, y eso es lo único que me viene a la mente, nada más".
- ¿Los profesionales que la atendieron fueron siempre optimistas en cuanto a la recuperación de la nena?
- Las primeras horas resultaron inolvidables, la historia de mi hermano Ezequiel era lo único en que pensábamos; nada más se nos cruzaba por la mente y para la familia esa situación es algo que jamás podremos dejar de pensar. El miedo de repetir lo que nos había sucedido era inevitable, los médicos lo sabían y trataron de contenernos en todo momento.


- Cuando estuvieron en el Hospital ¿se acercó alguien para brindarle contención o ayuda?
- A mí nadie me dio algún tipo de respuestas; mi mamá fue la que se movió el lunes después del accidente pero nunca se acercó nadie al Hospital.
- Este tipo de acciones, la falta de explicaciones oficiales ¿qué le produce?
- Odio, impotencia. Al Municipio parece que poco le interesa lo que ocurrió en la plaza y realmente tengo mucha bronca porque le puede pasar a cualquiera.


De vuelta a casa


Si bien Melina tiene que tener ciertos recaudos en el marco de la recuperación, a los familiares les produce alivio el hecho de tenerla entre ellos en su casa; con los juguetes que utilizaba para su divertimento hogareño. "Es hermoso tenerla a cada momento, mirarla y saber que es la misma Melina de siempre; con todas las virtudes, cariños y sonrisas que nos iluminan a cada instante", dice Silvana Díaz en el último tramo de la entrevista brindada al Diario pero los ojos siguen estando humedecidos, recordando lo que pasó aquel 25 de marzo en el barrio San Martín. Quizás todavía están a tiempo de acercarse a la casa de los Arévalo Díaz aquellos que nunca se mostraron por pasillos del nosocomio local; la niña tuvo su ángel protector bien cerca cuando lo necesitó y eso, más el amor de los que la acompañaron, sirve para reparar las heridas del corazón, esas que nunca se borrarán pese a la sonrisa de Melina que nuevamente alumbra a sus seres queridos y a los pergaminense que se conmocionaron ante semejante hecho.


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