En rigor, la tardanza en los trámites jubilatorios -por la que este año se aprobó una ley en la Legislatura para que cobren un anticipo por tiempo indefinido- tiene que ver con la cantidad de certificados que los maestros tenían hasta ahora que presentar en la Dirección General de Escuelas, encargada de reunir todos estos documentos, armar el expediente y enviarlos al IPS, para que recién ahí se inicie el trámite.
Con todos estos pasos burocráticos, cada trámite jubilatorio tardaba en promedio casi dos años y se convertía en otro conflicto gremial. Sin embargo, con la simple firma de un decreto el trámite se reducirá a tan sólo tres meses y, según aseguran, de acá a marzo van a jubilarse en la provincia entre 8 mil y 11 mil docentes; y Suteba asegura que más de 10 mil docentes están en condiciones de jubilarse.
Es que ahora los docentes para empezar a recibir sus haberes jubilatorios tendrán un camino mucho más simple: presentarse cualquier día hábil y en el horario de atención en el IPS -y sus delegaciones en la provincia- con una copia del certificado de pedido de renuncia al cargo. Así se iniciará el trámite que durará tres meses y que comenzará a aplicarse en toda la provincia a partir del 1 de diciembre.
Igualmente, el docente tendrá que continuar con los demás trámites complementarios para la jubilación, que ya no serán inhibitorios para comenzar a cobrar los haberes. Esta documentación seguirá siendo presentada ante la Dirección de Escuelas y se trata de la certificación de servicio en todas las escuelas donde haya trabajado el docente durante su carrera.
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