PAGINA PRINCIPAL TAPA PAPEL CONSULTAR ARCHIVOS POR FECHA AVISOS FUNEBRES CONTACTESE

Enviar Artículo a un amigo  
Imprimir Artículo IMPRIMIR ESTE ARTICULO

01/09/2005
Policiales

El asesino que se convirtió en periodista


En 1998 había asesinado a un remisero en un sangriento hecho que conmovió a la región. En el 2005 fue atrapado en la provincia de Salta. Había conformado una nueva vida. Era periodista se había casado y tenía dos hijas que había anotado en el Registro Civil.


La historia sucedida en el 2005, demuestra como un hombre que cometió un grave delito puede “emigrar” tomar un nuevo apellido, casarse, tener hijos, anotarlos en el Registro Civil sin que ningun organismo de control se percate.


El caso conmovió a la opinión pública. Colón Doce contará por primera vez su crónica completa.
El asesinato ocurrió en Pergamino y los investigadores lo “caratularon” como un crimen pasional. Héctor Alfredo Guía es la verdadera identidad de quien se hacía llamar Luis Rodríguez.


El asesino se “escondió” en la localidad salteña de Salvador Mazza. En ese pueblo con estrictos controles por ser fronterizo se enamoró nuevamente, formo pareja y fue padre de dos hijas que llevaban un apellido falso.


El caso demuestra la falta de controles. Las pequeñas hijas del falso periodista fueron asentadas en el Registro Civil con el apellido Ródriguez.


En la vida cotidiana Guía era un vecino más que residía en un barrio de clase media que se denomina «Ferroviario».


Con la nueva identidad de Luis Rodríguez se convirtió en un reconocido periodista que todos los días impactaba a la audiencia. Su nueva vida duró seis años.


Una partida de policías federales lo detuvieron y lo trasladaron de donde era originario: San Nicolás. Una fotografía que señalaba escuetamente «buscado» hizo que el castillo de arena que había construido se derrumbara..


El asesinato

El homicidio por el Héctor Guia era buscado, ocurrió en el partido de Pergamino el 10 de febrero de 1.998. El falso periodista habría matado a Daniel Ponce, un remisero al cual se sospecha había tenido una relación sentimental con la primer mujer del ahora preso.


Ponce fue asesinado a golpes, y su cuerpo abandonado en unos pastizales a la orilla de la Ruta 51 que une Arrecifes con Ramallo, muy cerca de la ruta de acceso a la pequeña localidad de “ Las Violetas” partido de Pergamino.


El vehículo fue hallado poco después en Arrecifes con manchas de sangre que demostraban la furia irracional del asesino.


Tres días antes los familiares del trabajador habían denunciado su desaparición.


De acuierdo a los testigos reunidos por los pesquisas el remisero había sido visto antes de su desaparición llevando como pasajera a Carmen Alejandra Principiano.


La mujer era la esposa de Guía. Los datos reunidos indican que la pasajera iba a su casa ubicada en Villa Ramallo.


Según parece, en algún momento del viaje, Guia habría interceptado a Ponce y lo habría matado con un objeto contundente.


Los asesinos huyeron de la escena del crimen y cada uno por su lado trató de rehacer su vida con identidades falsas.


Las casualidades son muchas. Carmen Principiano fue atrapada 10 meses después del asesinato cuando se hacía pasar por María del Carmen Rodríguez. El mismo apellido que usó durante seis años su esposo a 1500 kilómetros de distancia.

Como se fábrica una identidad


Por los datos que se pudieron reunir, Héctor Guia habría salido del país en avión y se radico por un tiempo en Miami. En el lugar como ilegal habría desarrollado diversos oficios.


En la ciudad norteamericana esperó varios meses y luego se trasladó en otro vuelo a Bolivia, donde estuvo trabajando en La Paz. Una vez seguro de que su crimen se “había enfriado” se dirigió a la fronteriza ciudad de Pocitos.


La pasión por lo periodístico lo llevó a desarrollar esta actividad como movilero de FM bolivianas. En Pocitos habría estado hasta 1999. Para esa fecha cruzó a Salvador Mazza donde término trabajando en una prestigiosa de radio F.M


En sus comienzos vendía pan en Salvador Mazza de una panadería de Pocitos. Manejo un taxi y finalmente ingresó a su último trabajo: movilero. En el término de seis años se enamoró, formo una pareja y tuvo dos hijas.


En su trabajo mostró aptitudes y fue reconocido llegando a trabajar en un noticiero televisivo. La última nota de Héctor Guía fue una rara paradoja. El falso periodista cubrió el homicidio de un joven identificado como Ariel Bustos. La víctima murió en confusas circunstancias luego de haber sufrido una terrible golpiza.


Por el hecho fueron detenidos varios gendarmes. Hector Guia criticó duramente a la fuerza de seguridad.
Unos días después era detenido por miembros de la Policía Federal. Los testigos cuentan que cuando el nicoleño escuchó su verdadero nombre no lo pudo creer y se derrumbó emitiendo un profundo llanto.


VOLVER A PAGINA ANTERIOR




Home | Tapa | Archivos | Fúnebres | Consultas
© Semanario Colón Doce - Todos los Derechos Reservados