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28/07/2005
Verdades a medias

Delitos, sospechas y errores


Los errores deben reconocerse y sobre ellos debemos construir una sociedad mejor y con menos injusticias.


El domingo 26 de junio Federico Enriquez cayó al vació desde aproximadamente dos metros y medio. El cuerpo inanimado golpeó fuertemente contra el suelo. La cabeza recibió un fuerte traumatismo, que originó un hematoma.


El accidente ocurrió en la confitería “La Diva” alrededor de las siete de la mañana. El chico fue trasladado al Hospital San José de Pergamino. Colón Doce en su momento se preguntó ¿El Hospital Municipal realizó la respectiva denuncia por una persona herida? ¿A que hora? ¿A que hora intervino la fiscalía?.


El tiempo pasó y no hubo respuesta. Colón Doce puede señalar que el tercio de la policía a cargo del oficial Gómez, cuando se retiró del servicio anotó en el libro foliado “Sin novedades”.


La confirmación de estas dos frases escritas por un oficial de policía indica que durante el domingo que ocurrió el accidente no hubo denuncia a pesar que un joven estaba herido y había peligro de vida. Las circunstancias del accidente por lo menos ameritaba rápidamente la búsqueda de testigos y sus respectivas declaraciones.


Las relaciones por orden de actuación se hacen rápidamente. Si no hubo denuncia policial, la fiscalía de turno recién habría actuado el lunes 27 de junio y las pericas se habrían realizado luego de la actuación de la fiscalía.


No es el único error. El lunes una mujer intentó suicidarse con una cuerda. El hecho habría ocurrido a las 12.30 y fue trasladada al Hospital Municipal.


La policía habría sido avisada de la situación recién a las 19.30. La pregunta es ¿Si no interviene la policía y la justicia y no existen pericias como se puede diferenciar un intento de homicidio de un intento de suicidio?.


Jordano


El ciudadano Halim Jatalem fue detenido por la Policía Vial. Los uniformados cumplieron con su función de prevención.


En poder del ciudadano árabe que se trasladaba en un auto Orion, se encontraron un rifle antiguo de 1870 y que era transportado correctamente, una escopeta que llevaba en el baúl y tenía el respectivo permiso de tenencia y podía ser llevada desarmada.


Solamente quedaba una pistola que no tenía el permiso legal, por lo que Jatalem se hacía punible a las normativas vigentes. Sin embargo existe un error que nos lleva a pensar que estamos sentados sobre un gran queso que tiene muchos agujeros.


El ciudadano jordano que cumple funciones en el ex Frigorífico Hughes, controlando la matanza ritual y la calidad de carnes que se exporta a países árabes, salió del país en repetidas ocasiones. En el último viaje realizado por avión y con salida por el aeropuerto de Ezeiza, Jatalem figuraba en los registros como que había salido del país.


Sin embargo el mismo registro carecía de la información que el jordano había ingresado nuevamente por el mismo lugar, tal cual lo indica el respectivo pasaporte expedido por la Policía Federal.


El grueso error llevó a los organismos de seguridad a tener en la mira a un “sospechoso” de terrorista durante 6 horas. La pregunta es ¿Cuántos errores más se cometen y que pueden poner en peligro la seguridad del país?.


Periodísticos


Los errores también lo cometemos los periodistas. En este sentido no podemos hacernos cargos de comentarios fuera de lugar que podrían haber hecho otros medios colegas con respecto al caso puntual que vamos a tratar.


En las vacaciones de invierno algunos chicos llegaron en un auto a la ex Escuela Nacional. Los adolescentes realizaron pintada. La mismo se hizo sobre otra hecha por otros chicos antes del fin de clases por el receso de invierno.


Colón Doce señaló al conjunto de las pintadas como una sola, sin discriminar y cargando todas las culpas sobre un grupo de alumnos.


Las hojas de marihuana, las iniciales habían sido pintadas con anterioridad. Sin embargo y por el apuro de la noticia pusimos a todos en una misma bolsa. El error más grave tal vez no haya sido la transmisión de la noticia, si no lo que luego no trasmitimos a la población.


Los chicos arrepentidos por haber escrito la pared de la ex Escuela Nacional y reconociendo su error, fueron a limpiar las pintadas.


Ninguno de los medios locales se hizo eco de la noticia. La ciudadanía conoció solo una parte de la realidad. La pregunta es ¿Qué habrán pensado los chicos de los periodistas?


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