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14/04/2005
Salud

Mujer colonense con presunto Mal de los Rastrojos


ratas_150405 (5k image)Una mujer de aproximadamente 40 años ( empleada municipal) fue trasladada a Pergamino. El diagnóstico presuntivo que le dieron los médicos que la atendieron determinaron que podría tratarse de un caso de Mal de los Rastrojos. En un primer momento la mujer fue internada en la Clínica de Colón y luego trasladada a un nosocomio de Pergamino.


Los reservorio del virús Junin son los roedores -causante de la Fiebre Hemorrágica Argentina- Para prevenir el Mal de los Rastrojos se busca disminuir las poblaciones de roedores a valores sanitariamente aceptables, para reducir la probabilidad de que el ser humano pueda entrar en contacto con ellos o sus productos.


Para el control se puede usar métodos mecánicos, químicos o de otro tipo para actuar sobre los animales. Aunque en el caso de los roedores, los métodos de control son complejos porque son muy prolíficos. Además, su capacidad de explotación del medio hace que tengan un alto nivel de sobrevivencia.


El agente causal de la FHA es el virus Junín, que, a su vez, tiene como reservorio a un par de especies de roedores silvestres. El roedor elimina el virus al medio a través de la saliva y de la orina, las que esparce por doquier.


Así, el virus llega al hombre a través de distintas vías: una herida en la piel, un objeto contaminado en la boca, o las hierbas contaminadas, llevadas por el viento, pueden entrar en contacto con la boca, ojos o nariz, y contagiar.


Cuando el virus penetra en el hombre, se desarrolla una primera etapa durante la cual no se ven signos clínicos. Después de ese período comienzan los síntomas, semejantes a una gripe, y que pueden tener tres tipos de derivaciones: nerviosa, hemorrágica o mixta. La primera afecta algunos centros nerviosos motrices que producen en el paciente una incoordinación de algunos tipos de movimientos «finos», y temblores en las manos y la lengua.


La segunda afecta los vasos sanguíneos de distinta manera, lo que provoca hemorragias de gravedad diversa. La mixta combina las dos anteriores. Ante cualquiera de estos cuadros, tomados a tiempo, el individuo puede recuperarse.


Antaño, cuando la enfermedad no se había identificado, los síntomas primeros -fiebres, dolores articulares y de cabeza, y decaimientos- se confundían con gripe, y como tal los médicos la trataban, por lo cual moría mucha gente.


Actualmente, los pacientes que concurren a tiempo, reciben plasma de convalescientes, o sea, suero de un individuo que ha estado enfermo. Ese suero tiene anticuerpos que, al ser incorporados a la sangre del nuevo paciente, actúan sobre el virus, inactivándolo y reforzando la producción de anticuerpos. Con este método se ha logrado bajar la mortalidad en porcentajes importantes.


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