En la provincia de Buenos Aires, los incrementos de producción y productividad se han dado sobre la base de la incorporación de un conjunto de tecnologías donde los agroquímicos han tenido un papel decisivo. Esto, asociado al uso creciente de agroquímicos aparece cada vez con mayor preocupación la cuestión del destino final de los envases vacíos, ya que se utilizan anualmente más de 4 millones de envases de agroquímicos, lo que implica un tercio del total del país, que pasan a constituirse en residuos.
El efecto de los envases vacíos con los residuos de plaguicidas que contienen en su interior impacta sobre el medio ambiente al contaminar el agua, el suelo y el aire.
Hasta hace poco tiempo, los productores y aplica dores de agroquímicos no tenían donde entregar los envases vacios, por lo que estos quedaban en los campos o eran quemados o enterrados- explico Dardo Selis, técnico del MAA-. Ante esta situación señaló «se está promoviendo la instalación de Centros de Disposición Transitoria en los distintos municipios, es decir espacios adecuados en donde se puedan recolectar, clasificar y compactar los envases vacios y adecuadamente lavados».
Los centros
Los Centros de disposición transitoria de envases de agroquímicos son administrados por un Comite de Gestión en el que participan las áreas de producción y medio ambiente del municipio, las organizaciones de productores, entidades ambientalistas, ONG´s, y los expendedores, entre otras instituciones locales interesadas en esta problemática. Los actores locales son los que definen el sistema de recolección de los envases, el lugar de emplazamiento del Centro de Disposición de Envases, la forma en que se administra y el destino que se les dará a los envases recolectados.
El MAA, además de dar el apoyo técnico a la iniciativa, supervisará el funcionamiento del Centro de Disposición de Envases, de manera de garantizar la trazabilidad de estos, controlando que se reciban adecuadamente lavados y que el producto que se elaborará sea ambientalmente seguro. «Es fundamental, continuo explicando el técnico «que los envases sean correctamente lavados en el campo en el momento de su uso, tanto mediante lavado a presión, triple lavado o autolavado en el caso de equipos que contengan este dispositivo¨.
Los envases lavados dejan de ser un residuo peligroso, y en el centro de acopio se clasifican y com pactan; para ser luego triturados por los diversos recicladores, quienes deben dar la garantía de utilizarlos como materia prima para la producción de materiales inocuos, como por ejemplo tuberias que transportan cables de fibra óptica, o caños de desa gües.
«Actualmente, las empresas re cicladoras pagan $ 0.50 el kg de envases plásticos vacios, por lo que -dijo Selis - tenemos la oportunidad de transformar un residuo contaminante en una fuente ingresos para cada comunidad, generando nuevos productos ambientalmente seguros.Se debe recordar que en poco tiempo en Pergamino quedará inaugurada la planta de reciclado de envases plásticos más grande de Latino américa y que llevará el nombre de Blax Fleg.
En Colón la situación es “explosiva” existe un centro de concentración cercano al lago municipal y se han visto lata de herbicidas en el basural municipal que son quemadas y luego mediante el humo las sustancias toxicas esparcidas en un amplio radio con el peligro a la salud del hombre que la maniobra conlleva en sí. Basta decir que Colón Doce recibió en los últimos días dos denuncias. En una de ellas un menor tenía erupciones en su piel y coincidía con la invasión del humo al casco urbano.
La fumigación y los controles en Colón
En Colón existen normativas especificas dictada por ordenanza del Concejo Deliberante, para el uso, transporte y almacenamiento de plaguicidas. La pregunta es ¿Se cumplen?.
Además las autoridades para la aplicación de la normativa regulatoria controlan la aplicación de plaguicidas en cercanías de la ciudad.
Cabe destacar que muchas veces las condiciones climáticas con vientos que superen los cinco o seis kilómetros por hora y altas temperaturas ( más de 29 grados), no se debe fumigar en cercanías del casco urbano, porque sería perjudicial sobre todo para bebes y niños de corta edad.
Además, se sabe que existe un mercado negro de sustancias nocivas para el hombre y que serían aplicadas. ¿Quién ejerce los controles de los plaguicidas usados?
Como se sabe ,solamente los plaguicidas se pueden adquirir bajo receta de un ingeniero agrónomo
¿Esta parte quién la controla?
La gente muere de cáncer por los plaguicidas
En San Nicolás auspiciado por el Círculo Médico disertó el Dr. Víctor Schmid, profesional de la ciudad de Rosario, especializado en temas vinculados a la polución ambiental, y que se refirió a los problemas ocasionados por los plagui- cidas. Las afirmaciones del médico son semejantes a las denuncias que viene realizando Colón Doce y que hasta el momento no fueron evaluadas por funcionarios municipales y/o concejales. Es un tema prioritario pero se necesita “inteligencia y huevos” para lograr quebrar a los dueños del silencio.
Este médico trabaja junto a un grupo de vecinos del barrio Islas Malvinas de Rosario, ante la gran cantidad de gente con problemas asmáticos, alérgicos, cáncer y otras enfermedades, producidas por plantas cerealeras que estaban ubicadas en las cercanías de los habitantes.
El doctor Schmid opinó que «se está haciendo un genocidio silencioso. Los plaguicidas matan, y más cuando son cancerígenos», y dijo que «sabemos el problema que tienen acá de los silos y las plantas aco- piadoras de fertilizantes».
También aseguró: «Sabemos que los nitrogenados son cancerígenos en contacto con el agua. Cualquiera que tome agua y no se de cuenta que está contaminada, puede sufrir enfermedades». Los vecinos de Rosario están trabajando en la formación de una organización civil, a nivel regional, que también integraría San Nicolás.
»Nosotros tenemos una lista de 207 personas que murieron antes de los 51 años -destacó-. De ocho plantas cerealeras solo quedó una funcionando, porque la última se clausuró el sábado 12 de marzo pasado. Conocemos el caso del dueño de una planta cerealera que murió de cáncer. La Organización Mundial de la Salud OMS señala que los plaguicidas en el mundo matan tres millones de personas por año».
Y resaltó que «el barrio Islas Malvinas está ubicado en la zona norte de Rosario, donde había acopios de fertilizantes y silos. Nuestra lucha fue pedir que se hicieran análisis en el medio ambiente, que dio positivo con plaguicidas de todo tipo (tanto clorados como fosforados) altamente cancerígenos».
Víctor Schmid comentó que «nuestra organización civil se llama El Grito de Pachamama (Grito de la Tierra), ya que con los monocultivos se produce una degradación de la tierra; el peor destructor de la capa de ozono es un fertilizante, el bromuro de metilo. Y muchos no lo nombran, sino que mencionan el gas de la heladera, los ae- rosoles. Hay países de Europa que no están utilizando al bromuro de metilo. Acá se sigue usando. En San Pedro, mostraban como un éxito cómo hacen crecer las plantas de tomate».
También aclaró: «No estamos en contra de las plantas cerealeras sino la reubicación de estas industrias que deben estar a no menos de 2.000 metros del radio urbano. Hay que respetar las leyes».
Y resaltó: «Esperemos que el Concejo Deliberante de San Nicolás siga el ejemplo de lo que hacen los concejales de Rosario, que tomaron conciencia».
Después remarcó: «El alcance de la contaminación es algo indefinido. La concentración es de unos 20 a 40 km. Hay que respetar las leyes, el artículo 41 de la Constitución, la ley nacional 25.675».
Por su parte Miguel Terrasino, vecino del barrio Islas Malvinas de Rosario, también contó que se hicieron análisis médicos entre los habitantes de la zona, y se comprobaron graves problemas de salud, como alergias, problemas respiratorios y hasta casos de cáncer, provocados por los plaguicidas.
Incluso su propio hijo de cuatro años tiene una alergia en los pies y las manos, producto del polvillo del cereal. Actualmente el niño se debe poner una pomada, «cuando se le secan las manos o las plantas de los pies, se le parte la piel», dijo Terrasino.-
El Bromuro de Metilo (MB) es un gas que se utiliza como pesticida para controlar un gran número de plagas y enfermedades tanto en el campo como en la ciudad.
En el campo generalmente se usa el producto para esterilizar el suelo controlando nemáto dos, hongos, malezas e insectos.
Se emplea principalmente en cultivos de “gran valor” como tomates, ajíes, melones, uvas, fresas, tabaco y flores, destinadas a la exportación a los mercados de América del Norte y Europa.
El bromuro de metilo se utiliza también para proteger granos almacenados contra varios insectos.-
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