Aunque hasta anoche no había detenidos, fuentes policiales aseguraron que hay pistas firmes sobre el paradero del presunto dueño del galpón. Además se estableció la participación de al menos un policía en los ilícitos, mientras se investiga si hay más involucrados de la fuerza.
El operativo de ayer, sindicado por muchos como el más importante en los últimos años, sorprendió hasta al propio juez correccional Héctor Vitelli por la cantidad de material secuestrado. Según la pesquisa policial, "la mayoría de los vehículos secuestrados fueron robados en la provincia de Buenos Aires, aunque también hay de la provincia de Santa Fe, especialmente de Rosario".
El allanamiento se produjo ayer a las 13. Decenas de policías que participaron del operativo debieron sortear un escollo difícil: el presunto dueño de la vivienda había escapado y un enfurecido perro doberman debió ser controlado con una soga tras atacar a los efectivos.
Al momento de ingresar los uniformados se encontraron con una hamburguesa a medio terminar, lo cual hace suponer que el morador del lugar estaba alertado de la situación. "Parece que al tipo no le dimos tiempo de comer", dijo al pasar un policía.
En el domicilio, una pequeña casa de clase media, se encontraron todo tipo de autopartes y repuestos: cajas de velocidad, guardabarros, estéreos, paragolpes, puertas delanteras y traseras de todo tipo de vehículo y modelo. Se estima que la cifra entre autos y repuestos es millonaria.
Pero en el fondo estaba el botín mayor: al menos treinta vehículos de marcas reconocidas y recientes modelos y una cantidad impresionante de repuestos. En el garaje particular de la vivienda se halló un Ford Fiesta 2004 y varios CD, así como distintos documentos. Testigos del allanamiento dijeron que minutos antes de la llegada de la policía una persona partió raudamente a bordo de un flamante Peugeot 307 que tendría colocada una patente robada que pertenecería a un camión.
Se estima que el 40 por ciento de los vehículos fueron cortados, aunque el volumen de repuestos daba cuenta de que la cantidad de vehículos usados para el desguace superaba los 80. Además se encontró documentación apócrifa, patentes falsas, formularios 08 para transferencias de vehículos y hasta restos óseos. El comisario inspector de la Unidad Regional VIII Carlos López dijo que respecto de esos restos que "son humanos, aunque eso no quiere decir que tengan correlato con algún crimen o algo parecido. Los restos fueron encontrados en una caja de madera pequeña y estaban en el galpón".
Del operativo participaron, además de López, el titular de la Regional VIII, Julio César Pallavidini, efectivos de la comisaría 2ª de Venado Tuerto y policías de cuerpos especiales, criminalística y médicos forenses.
Según el relato de un vecino, en el galpón allanado ayer se trabajaba "generalmente de noche" y con "tranquilidad". En ese lugar funcionaba, hace unos tres años, una conocida distribuidora de lácteos pero al parecer el dueño,de apellido Giraudo y de entre 40 y 50 años, decidió cambiar de rubro.
"Cuando funcionaba la distribuidora el portón que daba al galpón permanecía constantemente abierto pero desde hace unos dos años y medio las puertas se cerraron y todo pasó a ser un misterio", comentó un vecino, y agregó: "Se notaba que había algo raro pero, sinceramente, los tipos trabajaban con una discreción increíble. Incluso cuando venían los vehículos a la noche, ya les avisaban para que tuvieran las puertas del galpón abierta". El hombre también sostuvo que era muy común escuchar el ruido de una sierra que presumiblemente era utilizada para cortar los autos.
Tanto la policía como los vecinos indicaron que Giraudo viviría con tres hijos y una mujer. De "pocas palabras", según lo calificaron, el hombre no tenía problemas con el vecindario, donde se destacó la "prudencia" con la cual se manejaba.
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