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25/11/2004
Una triste realidad

La emigración de los agropecuarios


porcinos2611 (12k image)El campo se queda sin vacunos, porcinos y ovejas en nuestra zona. Se cultiva menos maíz y la economía depende de la soja. Los pool de siembra hacen su negocio.


En la actualidad solamente entre el 6 o 7 por ciento de la población colonense reside en el campo. Las mayorías de las explotaciones agropecuarias ya no crían aves de corral, hubo liquidación de stock vacunos (requieren mucha atención ), las mayorías de las viviendas son taperas o están vacias.


La sociedad de consumo “trasladó” de lleno su “cultura” vivir hoy y dejar el futuro a las manos de Díos. En el presente y como contrapartida un productor rural vive muy bien alquilando 50 hectáreas de campo y a muy pocos les importa dejar “abierto” nuestro patio trasero a los usos y abusos de las multinacionales o pooles de siembras.


Además, no existen estudios sobre el impacto de la erosión que afecta los suelos y la forma de contrarrestarlo . El desgaste prematuro de las tierras son notables. No existe casi rotación sobre todo en aquellos campos tercerizados (alquilados).

La evolución


Los estudios agrarios sobre el agro pampeano han destacado una serie de transformaciones ocurridas a partir de 1940: modificaciones en la tenencia del suelo, cambios en la estructura de la propiedad de la tierra, crisis de las pequeñas unidades productivas, procesos de tecnificación, entre otras cuestiones.


Sin embargo, han otorgado menos relevancia a dos fenómenos asociados que han alterado sustancialmente el paisaje agrario de la región: el despoblamiento del campo y la radicación urbana de la mayoría de los productores agropecuarios.


Si en 1947 vivía en el campo el 46% de los habitantes de la zona norte de la provincia de Buenos Aires (Entre ellos se relevaron Colón y Pergamino), para 1991 sólo un 9% del total residía en las explotaciones. En las zonas oeste y sur de dicha Provincia, la población residente en el campo pasó del 51% al 18%, y del 38% al 13%, respectivamente

El fenómeno


Este fenómeno fue determinado no sólo por la reducción del número de trabajadores asalariados presentes en las unidades agropecuarias -disminución que no ha sido tan significativa-, sino sobre todo por la radicación de la mayoría de los productores agropecuarios en las ciudades cabecera de departamento.


Según nuestros cálculos en las zonas norte, oeste y sur de la Provincia de Buenos Aires, el 58% de los productores no residía en su explotación en 1988. Aunque existe una relación positiva entre el tamaño de las explotaciones y la proporción de no residentes en ellas, se observan porcentajes elevados incluso entre las pequeñas unidades.


No sólo cambió el lugar de residencia: con ello se desvaneció el equipo de trabajo conformado por la familia del productor. La primera contrapartida de la disolución de la familia como equipo de producción fue la asalarización de la mano de obra rural.


A pesar de que durante la segunda mitad del siglo XX tuvo lugar una sustancial reducción del número de personal permanente por hectárea (disminución posible por la adopción de innovaciones tecnológicas ahorradoras de trabajo), estos puestos no quedaron en manos de los familiares del productor, sino que los asalariados se convirtieron en la fuerza de trabajo predominante.


Si, en el conjunto de las tres zonas estudiadas, en 1937 la relación entre trabajadores familiares del productor y ajenos permanentes era de 3,1 : 1 para 1988 se había convertido en 0,3: 1 Este fenómeno fue el resultado de la drástica disminución en el número de trabajadores familiares del productor, mucho más intensa que la reducción en la cantidad de asalariados permanentes.


La producción


En el Censo Agropecuario 2002, en el partido de Colón fueron identificados 401 establecimientos agropecuarios. En este sentido 400 con límites definidos y 1 sin definir. En tanto que se censaron 33222 vacunos, 687 ovinos, 6487 porcinos y 21 caprinos.La superficie sembrada en primera ocupación fue de 22937 hectáreas de cereales y 25 299 de oleaginosas.


Notable diferencia

El Censo Nacional de l914 reveló la existencia de 44151 vacunos, 11.700 caballares, 17.181 lanares y 7175 porcinos.


El 1 de julio de l936 las riquezas estaban integrada por 64.828 vacunos, 9926 yeguarizos, 4465 lanares y 33605 porcinos.


En 1935 el área sembrada de maíz era de 25.000 hectáreas, contra las 15 mil de los últimos años.
Entre 1939 y 1940 el área sembrada comprendía 6450 hectáreas de trigo, 5983 de lino, 420 de avena, 190 de cebada forrajera y 300 de centeno


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