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18/11/2004
Seguridad

Aspirantes a policías, el reflejo de una sociedad


En el conurbano el ministerio de Seguridad bonaerense debió admitir a jóvenes casados y estiró la edad de ingreso a la policía.


El ministerio de Seguridad bonaerense tuvo que modificar los requisitos de admisión para la llamada Policía II y, a partir de ahora, aceptará que jóvenes casados (o casadas) puedan ingresar a la fuerza.
La pregunta es ¿ en el interior bonaerense con la Policía Comunal deberá también aumentar la edad para recibir a los aspirantes y además admitir jóvenes de ambos sexos que están casados?.


En nuestra ciudad muchos jóvenes que se quieren anotar no tienen el estudio secundario completo o se exceden en la edad o ya están casados. El interrogante es¿No es hora de replantear los parámetros de ingreso también en las ciudades del interior?.


En la Policía II, aquellos que alguna vez habían pasado por un Registro Civil no tenían chance de calzar el uniforme. Pero ese requisito debió eliminarse por las dificultades para conseguir un suficiente número de aspirantes a integrar la nueva fuerza.


Se advirtió, además, que un altísimo porcentaje (cerca del 50%) de los jóvenes bonaerenses de entre 21 y 25 años interesados en ser policías, están casados.En la misma línea, se flexibilizó la exigencia de la edad, extendiéndola a 28 años cuando hasta ahora la convocatoria era para jóvenes de hasta 25.Los cambios en los requisitos para ingresar a la Policía II configuran un nuevo capítulo en la historia de vida de esta fuerza policial en formación.


El 3 de mayo pasado se lanzó una convocatoria a través de la cual se aspiraba a reclutar 4.000 nuevos policías.


Contra los cálculos más optimistas, se presentaron a los centros de información más de 6.000 aspirantes. La paga ofrecida es de $ 724,21 al alcanzar el primer nivel del escalafón que es el de oficial de Policía.


Después de los rebotes masivos de aquella primera convocatoria, se admitió que la realidad de buena parte de la juventud del Conurbano bonaerense chocaba contra las aspiraciones de los creadores de la Policía II.


Así, por ejemplo, cerca de 3.000 interesados en ingresar no alcanzaban las medidas mínimas de peso y talla exigidas, presentándose casos de muchachas que no llegaban a los 40 kilos y jóvenes que, por desórdenes alimentarios, superaban los 130. Otra barrera importante que muchos no sortearon fueron los exámenes psicológicos.


En muchos aspirantes se detectaron conductas antisociales y peligrosas tendencias al «gatillo fácil». En tanto, el obstáculo que muchos otros no lograron sortear fue el de no poseer estudios secundarios completos.


De aquellos 6.000 interesados lograron inscribirse cerca de 2.000, de los cuales 1.600 se presentaron a rendir el examen de ingreso. Menos de la mitad, unos 420 aspirantes, aprobaron y comenzaron la etapa académica en la Universidad de la Matanza. En el camino al centro de entrenamiento de la Gendarmería -la segunda etapa del aprendizaje- quedaron 70 aspirantes que, según se indicó oficialmente, «abandonaron por motivos estrictamente personales».


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