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06/06/2004
Surgen novedades

En el doble homicidio de Pergamino


(La Opinión Pergamino) Se da por hecho que el cuerpo del masculino es del hijo de la otra víctima / Sería Cristian Daniel Mansilla, de 16 años, que habría sido ultimado con un golpe letal en la cabeza mientras dormía


El fiscal Mario Daniel Gómez, a cargo de las investigaciones sobre el doble homicidio descubierto el domingo pasado en una vivienda de cale Castelli al 200 de nuestra ciudad, continúa ordenando tareas tendientes a establecer en forma fehaciente la identidad de una de las víctimas, aunque se tiene la firme convicción de que se trata del hijo de María Isabel Nievas, la mujer de 38 años que fue ultimada en el mismo hecho.


Todo indica que se trata del menor Cristian Daniel Mansilla, de 16 años, quien residía en la vivienda de Castelli 228 junto a su progenitora y el concubino de ésta, que es precisamente quien está detenido imputado del delito de doble homicidio agravado.


Los indicios que marcan esa posible identidad son la confirmación de que el cadáver pertenece a un adolescente, y que el citado menor está desaparecido desde el día en que supuestamente se produjo el hecho de sangre.


Además, se habría comprobado que este muchacho estaba recostado (posiblemente durmiendo) cuando fue sorprendido por un golpe letal en su cabeza. Ante esa hipótesis no cabrían dudas sobre que era el hijo de Nievas, pues estaba en la cama que le correspondería de acuerdo a la disposición de habitaciones que había en la vivienda.


Por eso se descartó la posibilidad de que haya sido asesinado con saña, que fue lo primero que se supuso. La autopsia determinó que fue un golpe muy fuerte en la cabeza el causal del deceso, y que la literal desaparición del rostro fue producto de la descomposición.


La casi seguridad de que esta víctima estuviese descansando en el momento de la brutal agresión la brinda el hecho de que, al momento de ser descubierto el cuerpo, estaba tapado con la sábana y el cubrecama, y uno de sus brazos pasado por debajo de la almohada. Todo indica que el agresor le propinó un golpe certero, sin que la víctima atinara a defensa alguna.


En tanto, con la mujer no fue así, porque se habrían hallado indicios de que hubo un forcejeo previo al desenlace.
Según se estima, el problema surgió a partir de diferencias en la pareja. Una discusión habría llevado a la agresión, que terminó en tragedia por partida doble, incluso con una víctima inocente que, además, fue ultimada traicioneramente.


o La fecha del crimen: En cuanto al día en que se habría producido este doble homicidio, todo indica que fue entre la noche del lunes 17 y el martes 18 de mayo. Por un lado hay testigos que vieron a la pareja en un baile el sábado 15, sin que se observara algo anormal entre ellos. La mujer, el lunes 17 concurrió al taller de costura de calle Guido en el que trabajaba, pero ésa fue su última aparición en el trabajo. Ya el martes 18 no se presentó.


Por su parte, se comprobó que su hijo estuvo navegando por Internet en un cyber el lunes 17 a la noche, y esa fue la última vez que habría sido visto.
A estas pistas se le debe sumar que al ser hallados los cadáveres los peritos coincidieron en asegurar que los decesos se habían producido hacía unos 15 días.


En otro orden, trascendió que en las últimas horas habrían llegado a Pergamino el padre del menor que supuestamente es el fallecido y otros familiares, con el fin de interiorizarse sobre la situación. A pesar del parentesco, no se habría exhibido el cadáver para su eventual reconocimiento, ante el deplorable estado del cuerpo.


Por eso se han ordenado desde la Fiscalía una serie de pericias tendientes a identificar el cadáver del masculino, aunque -se reitera- hay demasiados indicios que concluyen en que se trata de Cristian Daniel Mansilla.
También se habrían presentado en la Fiscalía los propietarios de la vivienda que fue escenario del horrendo episodio. Sería gente de General Arenales, que le habría alquilado a la pareja la casa de Castelli 228 hace unos meses, a cambio de que la mantuvieran en condiciones.


Mientras se realizan los estudios para determinar oficialmente la identidad de una de las víctimas, que recién se sabrá a través de exámenes de ADN, la investigación no se detiene, aunque ya ingresó en un ritmo más calmo, a partir de algunas certezas a las que se fueron llegando.


Los profesionales y la falta de equipamiento


Ante este hecho, horrible por cierto, hay situaciones que quedan en evidencia, algunas muy positivas y otras que llevan a la reflexión.
Por un lado es ponderable la actuación de verdaderos profesionales que hay en Pergamino en materia de pericias e investigación, cuyas actuaciones permitieron esclarecer prácticamente el hecho en cuestión de horas.


En ese sentido es loable la actuación del cuerpo local de la Policía Científica, a cargo del sub comisario Sergio Torcigliani, que trabajó noche y día en el levantamiento de rastros y en la realización de pericias a fin de hallar elementos probatorios que esclarezcan el hecho.


No menos importante fue la tarea de la DDI y la Comisaría Primera quienes hallaron al supuesto asesino a pocas horas de tomar conocimiento del hecho.
También es para destacar al personal de Bomberos Voluntarios que realizó el indeseable trabajo de retirar los cadáveres putrefactos de la vivienda.
Todo esto es lo positivo que se puede remarcar.


Pero por otro lado se volvieron a desnudar falencias, que no es justamente en el personal, sino en el equipamiento que se carece para estas eventualidades. Porque salvo los bomberos que llegaron con trajes especiales y máscaras para retirar los cuerpos, todo lo demás fue muy precario, como que un móvil del Comando de Patrullas hizo las veces de morguera, a falta de un vehículo especial para esa circunstancia.


También es lamentable la falta de un espacio convenientemente acondicionado para la realización de autopsias a cadáveres como éstos, pues la del masculino fue imposible realizarla en el Hospital debido al olor insoportable que emanaba. Se hizo finalmente en el Cementerio sobre el piso y al aire libre, y eso no puede ser.


Tampoco hay una morgue para mantener este tipo de cadáveres, y los peritos no cuentan con todos los elementos recomendables para este tipo de tareas. Afortunadamente la voluntad del personal generalmente suple las falencias materiales, pero es momento de comenzar a recibir mayor equipamiento para que, incluso, se puedan resolver los casos sin necesidad de recurrir a los "favores" de otras jurisdicciones que, dentro de la misma provincia de Buenos Aires y con características similares a la nuestra, sí tienen elementos acordes.



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