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Problemas de la Piel

Informe Especial
Psoriasis y Vitiligo

La psoriasis y el vitiligo son las enfermedades de la piel más frecuentes y la padecen entre el 1 y el 2 por ciento de la población mundial. Para padecerlas debe existir una predisposición genética y situaciones desencadenantes como por ejemplo el estrés. Se manifiesta en forma de lesiones que por lo general se presentan en las rodillas y en los codos aunque pueden extenderse a otras partes del cuerpo. Pueden afectar tanto a niños como adultos, no importa el sexo ni la raza. Si se aplica algún tratamiento casero, sin previa consulta dermatológica, la enfermedad puede generalizarse agravando aún más el cuadro.

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria con un curso crónico y en general, se manifiesta en forma de brotes. Las lesiones que aparecen sobre la piel, son redondeadas, de un color rojizo, cubiertas por escamas blanquecinas sobreelevadas.
Las zonas más comúnmente comprometidas son los codos, rodillas y cuero cabelludo, pero también puede afectar a cualquier otra parte del cuerpo.
Alicia Rositto, dermatóloga del Hospital de Niños "Sor María Ludovica" de La Plata, explica que "también puede aparecer en forma generalizada, afectando todo el cuerpo. A ese paciente, que va a estar todo rojo, lo llamamos eritrodérmico. Aunque son casos poco frecuentes. Por lo general vienen a la consulta en ese estado como consecuencia de los corticoides orales recetados por otra enfermedad, como por ejemplo una crisis asmática”.
El vitiligo, en cambio, se caracteriza por la pérdida del color, es decir, del pigmento de la piel. Esto ocurre porque se destruyen las células que lo producen que se denominan melanocitos.
Se manifiesta con lesiones planas, en forma de manchas blancas al nivel de la piel y los lugares más frecuentes son la cara, alrededor de la boca, de los ojos y muchas veces en los extremos de los dedos y, al igual que en la psoriasis, también aparece en las zonas de roces y traumatismos como codos y rodillas. “Aunque todavía no se conocen las causas de esta patología –explica Rositto-, existe una hipótesis que la plantea como una enfermedad autoinmune y por lo tanto necesita de una base genética para poder desarrollarse”. Sin embargo, para que el melanocito se destruya y de esta manera provoque las lesiones, necesita, al igual que la psoriasis, de otros factores desencadenantes.

Factores desencadenantes

Los pacientes que desarrollan estas enfermedades tienen una predisposición genética pero necesitan de otros factores para que se desencadenen los brotes. La exposición solar excesiva, la administración indebida de corticoides y el estrés, tanto emocional o aquel derivado de alguna enfermedad, pueden ser algunos de ellos.
En los niños, las lesiones por psoriasis pueden relacionarse con cuadros infecciosos virales, como por ejemplo una varicela o aquellos relacionados con bacterias como el estreptococo (causante de enfermedades infecciosas). Otro factor puede ser la pediculosis, ya que las lesiones del cuero cabelludo empeoran ante el traumatismo del rascado.
Sin embargo, en el caso de vitiligo, es más difícil valorar cuáles son los factores que pueden causar la enfermedad en los niños.
Es importante destacar que muchos de los desencadenantes que influyen en la manifestación de estos problemas de piel se pueden prevenir. "Uno puede llegar a manejar estos factores, controlarlos, y de esa forma los brotes se pueden manifestar con menos frecuencia", afirma Rositto.
Para eso es fundamental llevar adelante diferentes tratamientos que alivian las lesiones.

Los Tratamientos

Es importante aclarar que la persona que padece psoriasis como vitiligo, al tener una predisposición genética, puede tener brotes o lesiones en cualquier momento de su vida, pero existen tratamientos específicos para curar, aliviar o disminuir la frecuencia de esas lesiones.
"Tratamientos hay muchos -aclara Rositto-, el tema es el manejo de todas esas drogas que disponemos. No empezamos con toda la batería de medicamentos ni con los más potentes sino que empezamos con los tratamientos más suaves, reservando los otros por si el paciente no responde. Y si bien estos tratamientos son largos –agrega-, en general tienen buenos resultados aliviando las lesiones o incluso erradicando el brote”.
Los tratamientos para los casos de vitiligo consisten en intentar una repigmentación de la piel. Es decir que los medicamentos activarían el movimiento de los melanocitos que se encuentran alrededor de las placas blancas y de esa forma estas células ocuparían las lesiones devolviéndoles el color. Estos medicamentos consisten en cremas o comprimidos orales. Las cremas son a base de corticoides para frenar el fenómeno autoinmune y luego se suministran otras sustancias para que se activen al contacto con el sol y de esta forma producir la repigmentación.
Con respecto a los efectos del corticoide, la especialista explica que “si bien sirve para frenar el mecanismo inmunológico de estas enfermedades, hay que utilizarlo con mucho cuidado. Es muy peligroso usarlo sin control médico ya que puede derivar en un efecto rebote y de esta forma generalizarse la enfermedad. Por eso es aconsejable su uso sólo bajo estricto control médico y en lo posible en forma de cremas”.

Las lesiones

Las lesiones pueden afectar, en el caso de la psoriasis, al cuero cabelludo. Un paciente adulto va a tener como si fuese una caspa permanente y lo puede afectar estéticamente. Si estas lesiones se localizan en las manos o en las plantas de los pies, les va a producir dolor ya que son zonas de roce permanente.
También puede afectar psicológicamente a la persona que padece estas enfermedades ya que si las lesiones están localizadas en lugares visibles del cuerpo se pueden sentir excluidos.
“En estos casos –indica Rositto– los dermatólogos creemos que es importante realizar un apoyo psicológico del paciente, como complemento del tratamiento para que la enfermedad evolucione más favorablemente”.

“Hay que evitar la automedicación”

Los tratamientos caseros no son recomendables ya que en su mayoría son preparados que no se sabe exactamente qué contienen e, incluso, pueden tener corticoides y el paciente, al no tener conocimiento de esto, puede desencadenar un efecto contraproducente para la enfermedad.
Con el fin de evitar estos tratamientos, la Sociedad de Dermatología Argentina llevó adelante el año pasado la Segunda Campaña Nacional de Educación e Información sobre Psoriasis en donde el Hospital de Niños de La Plata también participó.
Precisamente, el objetivo fue informar sobre la enfermedad para mejorar la calidad de vida de los pacientes, pero sobre todo para evitar la automedicación ya que muchas veces complican el estado de la enfermedad. “Se gasta dinero inútilmente que podría usarse para comprar una medicación más específica –afirma Rositto-, además es imprescindible el control del médico sobre los tratamientos para evitar que se produzca un daño a causa del desconocimiento”.
Lo mismo sucede con el sol. Si es tomado con todos los recaudos y con un control médico, puede ayudar. Pero el tomar sol bruscamente o ir a la cama solar puede ser peligroso para el paciente, empeorando de esta manera el cuadro.
Por eso es fundamental la consulta al médico ya que cada paciente es particular y, de acuerdo a cómo se manifieste la psoriasis o el vitiligo, se le indicará un tratamiento adecuado para su situación.