30/08/2002

Agoniza el plan Prohuerta

En Colón la Secretaria de Medio Ambiente logró crear conciencia y hoy son cientos los colonenses que se abastecen por el programa. En la Nación no parece importar y existen recortes.

En el granero del mundo mas del 50% de los argentinos,( 70 % de los niños) son pobres, y de ellos , la mitad es indigente. O sea, millones de compatriotas, entre ellos muchísimos chicos, no acceden a la cantidad de calorías necesarias para desarrollarse y vivir sanos.

En semejante hecatombe social el gobierno a procedido a recortar fondos al plan Pro huertas, una iniciativa que ya tiene casi diez años de existencia, y que a través del INTA y Acción Social de la Nación brinda capacitación y semillas a cientos de miles de familias para que puedan cultivar sus propias verduras, ya sea en una quinta familiar o comunitaria, y logren , al menos , autoabastecerse , y de haber un excedente, comercializarlo y generar así un mínimo ingreso.

La demanda de este programa , que ya cubre a mas de 2.000.000 de argentinos, se ha triplicado desde diciembre pasado, por razones mas que obvias. Sin embargo, el INTA no puede afrontar la compra de semillas para la temporada primavera ; verano, ni tampoco el traslado de los técnicos que capacitan a representantes de cada comunidad, los que a su vez actúan transmitiendo sus conocimientos al resto de la población.


  • No es dadiva
  • Como se ve, este plan no es una dadiva: se posibilita a las familias en graves dificultades socioeconómicas, con padres, madres y hasta hijos desocupados, que trabajen produciendo una parta de su propio alimento, y hasta lo puedan comercializar.

    Lo único que hace falta es una parcela de terreno cultivable ( no muy grande) y la voluntad de hacerlo. Y ahora, los fondos que el estado debe aportar, y no aporta. Quizá porque nuestro gobierno se halla demasiado preocupado por complacer al FMI, como para recordar que con muchos menos recursos millones de argentinos pueden, al menos, comer todos los días.

    Urge dar a conocer esta situación para que las autoridades restituyan, y aún amplíen los fondos a un programa que posibilita una ayuda a personas en situación de riesgo social grave, de manera económica, efectiva, y respetando su dignidad.




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