02/08/2002

A donde va la carne

Los colonenses sorprendidos por el aumento del precio de la carene vacuna. Los carniceros ya no pueden absorber el aumento.
En las últimas semanas varias bocas de expendió de carne vacuna cerraron sus puertas. En nuestra ciudad existe un alta concentración de las ventas en pocos comercios.
Los aumentos en algunos cortes alcanzan al 20 por ciento. Un peceto o un lomo ya traspasaron en algunas bocas de expendió los siete pesos y la cortes como cuadril, bola de lomo, colita de cuadril ya llegaron a los cinco pesos. Los carniceros venían absorbiendo los aumentos del Mercado de Líniers (precio referente), pero ya al no tener margen lo trasladaron al consumidor final.

  • El futuro
  • Colón Doce publicó hace un mes que el precio de la carne vacuna llegaría a un precio cercano los 0.80 centavos por kilo vivo. La tendencia actual determinaría la posibilidad de ese “techo”, como sucedió en parte de la década de los ochenta con una coyuntura económica similar a la actual.
    El peligro latente es que la carne vacuna que actúa como un “el dólar latinoamericano” en alimentos “empuje” hacia arriba los sustitutos naturales como pollo, pescado, carne de cerdo en primer lugar y luego por la ley de oferta y demanda actúe con los fideos, arroz, polenta etc.
    Los novillos pesados son afanosamente buscados por los frigoríficos exportadores. Los cortes son pagados en dólares y un lomo puede rondar en el la cuota Hiltón los 10 o 12 dólares. Las ganancias son fantásticas pero el mercado interno sufrirá las consecuencias con aumentos en los cortes de cuartos traseros y delanteros en las carnicerías.
    El gobierno a esta altura de las circunstancias debería adoptar medidas tendientes a controlar la situación, aunque claro, la reforma del Estado menemista dejó en la década del noventa sin las herramientas necesarias a los gobernantes para apaciguar el mercado de comercialización de la carene vacuna.

  • Los carniceros
  • Los carniceros colonenses a principio de julio buscaron compensar la situación buscando novillo de más kilajes (más de 150 kilos la media res), aunque ahora tampoco consiguen buenos precios y la mercadería pedida escasea o debe pagarse a precios casi inalcanzables.
    Por otro lado, comienzan a buscas otras clasificaciones. En este sentido ingresan más vacas con tipificaciones de consumo y no de consumo especial.
    Las ventas se resienten en nuestra ciudad jornada a jornada y las 40 bocas de expendio comienzan a sufrir una aguda crisis de venta con cierre de más comercios.




    Volver a Semanario Colon Doce