21/06/2002

Investigación especial: “Con hacha, machete y cuchillo”

El perfil de los cuatreros. Un relato de cómo actúan, sus hábitos y la forma que realizan su tarea. Los delincuentes según el “palo” ( rubro) a que se dedican tienen su propio perfil sicológico y costumbres que lo delatan. El ejemplo más emblemático son los “pungas” que actúan en la Capital Federal y el conurbano bonaerense en colectivos, trenes y las grandes concentraciones políticas o deportivas.

Los mejores “pungas” son los chilenos y peruanos. En una época, la Policía Federal en el edificio céntrico de la calle Moreno citaba a los jóvenes oficiales y agentes para que observarán al delincuente. En un gran patio interno a los cacos se los hacía pasear y los uniformados podían mirar en vivo y en directo la forma de caminar, tic corporales, caras, tatuajes, etc.
Los “pungas” profesionales se distinguen entre cientos de personas que caminan. La mano derecha (generalmente usada para extraer carteras) es cuidada de una forma especial. Siempre la llevan cerca de su pierna y no lleva el ritmo habitual. El motivo es simple, es su herramienta de trabajo y de esta forma evita roces o golpes que le sacan la sensibilidad especial que adquirieron. Este y otros hábitos lo delatan y la policía está preparada para prevenir su accionar al reconocerlo en un medio de traslado público.

  • Los cuatreros
  • Los cuatreros también son personas “especiales”. Entre las cosas o hábitos que lo distinguen son personas esquemáticas, rutinarios y siempre realizan su “trabajo” respetando ciertos parámetros que muy difícilmente cambien y son recelosos y suspicaces.
    Un ejemplo son los campos que eligen para llevar adelante el abigeato.
    Es sabido que aquellos que investigaron a las grandes bandas o simplemente el cuatreros de pueblos, descubrieron que siempre tienen un patrón a seguir.
    El patrón o hábito de cada cuatrero una vez estudiado por los investigadores pueden servir para anticipar su accionar. Un ejemplo puede llegar a ser la elección de los campos “víctimas”. Los mismos pueden tener un sentido a favor o en contra de las agujas de reloj. Seguramente al completar el ciclo vuelven a repetir el mismo esquema y así hasta ser atrapado o descubierto.
    Al reiniciar sus tropelías elige un patrón nuevamente a seguir y lo cumple hasta las últimas consecuencias.

  • En Colón
  • La división cuatrerismo y la policía local tiene identificado por lo menos a tres grupos que realizan sus ilícitos con vacunos que son criados en campos ubicados a los alrededores de Colón.
    En los grupos que actúan existen relaciones circunstanciales y de amistad y muchas veces pueden interactuar individuos de los distintas bandas.
    Según se supo estos individuos eligen a la víctima con anterioridad. Estudian los movimientos que tiene el campo y cuando “golpean” saben que nadie los molestará.
    La forma de matar de los animales revela además una cuota de salvajismo muy marcada en estos delincuentes.
  • La matanza
  • En los frigoríficos y mataderos por ley nacional existe la matanza eutanasica. Los inspectores veterinarios deben hacer respetar la norma. El vacuno en el cajón de noqueo no puede ser degollado. Ni tampoco utilizar un martillo para desvanecerlo. El tema central es evitar el sufrimiento.
    El método correcto es desmayarlo con un martillo neumático o que tenga un percutor accionado por balas de fogueo.
    Una vez que el animal es desmayado, se procede a colgarlo y en ese momento se deguella para el respectivo desangrado.
    Las únicas matanzas que se permiten en nuestro país con deguello sin previo “noqueo” son las realizadas por las matanzas rituales de los judios denominadas “kosher” y donde un rabino una vez que el animal es echado “pata para arriba” en un catre, procede a degollarlo con un cuchillo especial. Los árabes también a través del Centro Islámico de la Capital Federal utilizan un procedimiento similar.

  • Crueldad
  • Los cuatreros, además muestran una extrema crueldad para matar a los vacunos.
    Una pericia realizada en cuatro animales vacunos (dos vacas y dos terneros) que faenaron en el campo de la familia Serafini, reveló como matan los animales uno de las bandas actuantes. Según se señaló los cuatreros encerraron los animales en una manga y lo degollaron luego abrieron la puerta de la manga y el animal cayó a los dos o tres metros dentro del corral. En el pasto terminaron la faena y se llevaron por partes cuartos y costillares.
    También existiría un grupo que mataría los animales con un balazo de carabina.
    Uno de los grupos además cuando actúa en lugares abiertos utilizaría la modalidad de cortar el nervio nucal. Con esta metodología el animal cae y queda consciente sin poder levantarse procediéndose luego a degollar y descuartizar el vacuno. La forma de matar se puede destinguir porque el novillo comienza a tratar de escapar de la situación dejando un pequeño círculo en el terreno que cayó.

  • La mercadería
  • Uno de los grupos que actúan revela que el cuereador y descuartizador es un individuo que tiene un “gran oficio” y que probablemente sea un ex carnicero. La carne vacuna cuyo animal fue sacrificado “a campo” bajo condiciones poco propicias se puede distinguir rápidamente. Es un corte muy rojo debido al mal sangrado y además al “agitar” y hacer lo “sufrir” al vacuno antes de matarlo la palatibilidad del corte es muy mala. Por otro lado, debido al “mal sangrado” se descompone rápidamente.
    Por lo general en Colón la carne conseguida de esta forma y si es de novillo, vaquillona o novillito es vendida casa por casa. Los grupos actúan por lo menos en tres barrios. En cada vivienda existe cadena de frío (freezer). Los cacos en ocasiones comercializan el cuarto entero o la parrilla de asado completa. El valor del corte es de entre 1.50 a 2 pesos por kilo. Si existen mucha carne en existencia (cuatrerearon varios animales)realizan ofertas de siete a diez kilos a determinado precio que no excede los 10 pesos.
    Por su parte, la carne de vacas y a veces de novillo o novillito es utilizada para ser milanesas y luego se venden en comercios. También se detectó un grupo que ofrecía carne picada en distintos puntos de la ciudad.

  • Terneros
  • Por otro lado, ya se tendría información que pueden existir individuos que salen de noche y que tratan de matar terneros, ovejas, gallinas, patos para consumo propio y de su familia. Se trataría de la faena “famélico”. Estos hombres se movilizarían en bicicletas y son otra parte de la realidad que agobia a los argentinos. El hambre.

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