17/05/2002

Comienzan a organizarse

  • El delito con menores
  • En las últimas semanas se comienza a observar un nuevo fenómeno. Los menores constituyen bandas y podrían ser explotados por mayores.

    En los últimos sesenta días más de un centenar de colonenses fueron víctimas del hurto de bicicletas. Según se pudo saber, los ilícitos son realizados por menores.
    En pocos segundos desaparece una bicicleta en la ex Escuela Nacional, playón del Hospital Municipal, el Colegio Santa Marta, frente al Municipio, en cercanías de un comercio ubicado en la zona céntrica o incluso de un garage de una vivienda. Los adolescente atacan en cualquier punto de la ciudad. El esquema que se utiliza para llevar a cabo los ilícitos dejan paso a algunas hipótesis.
    Los adolescentes pertenecen a una organización que “reduce” las bicicletas ingresándolas al circuito comercial.
    Los “jefes” de la banda pagarían por rodado “levantado” una suma que oscilaría entre los 5 y 15 pesos.

  • Hipótesis
  • En un primer momento se sospechó que los rodados eran comercializados en una ciudad del sur de Santa Fe y Pergamino.
    Una nueva versión que circula en la calle, señala que los rodados son cargados en una camioneta blanca con cúpula que podría ser de color verde y llevada a una ciudad cercana que sería Ascensión.
    En esa localidad ingresarían al circuito comercial. También existiría el mercado de los ciclomotores, aunque se dice que tendría diversos destinos como “desguace” para venta de repuestos y algunas se irían a la ciudad mencionada para ser vendidas a precios irrisorios.
    La banda estaría utilizando menores de edad para “levantar” las bicicletas que serían entregadas en un punto de la ciudad previamente demarcado.

  • Organización
  • Por otro lado, se sabe que los menores que realizan los asaltos estarían identificados. Uno de ellos utiliza un arma de fuego muy particular que incluso minutos antes de un asalto habría sido mostrada “como una hazaña” en un comercio.
    El menor tendría serios problemas con el consumo de estupefacientes. Lo notable es que comienza a observarse una etapa donde los menores que delinquen comienza a nuclearse e incluso utilizarían distintas parejas para cometer los robos calificados.
    También empieza a observarse que no salen a hacer “bardo”, planifican cada golpe con una inteligencia previa.
    El ejemplo más emblemático es el asalto ocurrido el jueves pasado a un abastecedor.
    La firma venadense Muscolini ingresa a la ciudad a las 8 de la mañana para realizar el reparto de lácteos y fiambres. El comerciante trabaja toda la jornada y se retira a las 20 hacia Venado Tuerto. Los cacos habrían seguido al camión y en cercanías del barrio Mirador del Lago donde atendió el último cliente, lograron asaltarlo quitándole la recaudación de la jornada que llegaría a los 800 pesos. Los malvi-vientes para reafirmar que son convecinos huyeron en un pequeño ciclomotor.
    Las parejas conformadas para asaltar no legarían a los 8 delincuentes. El dato más dramático es que la mayoría de ellos tienen antecedentes policiales y fueron capturados al realizar anteriormente otros asaltos. Además, necesitarían el dinero para comprar estupefacientes (marihuana, cocaína).

  • Prevención
  • La región necesita un Instituto de Menores donde puedan derivarse los adolescentes de Pergamino, Rojas, Colón, Salto y Arrecifes. En esos lugares se debe tratar de recuperarlos.
    La actual situación donde el Juzgado actuante los deja a cargo de los progenitores es casi ridículo y aumenta la virulencia de los menores delincuentes.
    La problemática es sencilla. Las familias comparten el delito porque sacan provecho de ello o simplemente carecen de autoridad para contenerlos.
    Por otro lado, existen muchos chicos en riesgo de 7 a 12 años donde el estado municipal debe llegar con toda la “batería” preventiva porque de lo contrario Colón en pocos años más será una ciudad signada por la inseguridad más atroz.
    El área de minoridad es la encargada de tutelar a los menores en riesgo o con causas penales; la situación de los menores tutelados en la Provincia es controvertida desde lo legal y paupérrima desde lo social: de la justicia llegan permanentes pedidos para que el Ejecutivo saque a los menores que están alojados en comisarías.
    Incluso los Institutos de Menores han sido muy cuestionados por sus manejos con menores, una de las denuncias más asiduas es que los dueños de esos lugares dejan escapar a los chicos para que después el Estado tenga que volver a pagar la beca en forma completa; es lo que pasa en los primeros meses de internación de un menor.
    El tema volvió a cobrar estado público a raíz de los últimos índices delictuales que marcan una fuerte presencia de menores en hechos con violencia. Esa tendencia reabrió el debate sobre la edad de imputabilidad de los menores. Y también desnudó una contradicción: se busca responsabilizar penalmente a los menores de sus actos, pero a la vez el sistema penaliza a aquellos menores con causas asis-tenciales, quienes reciben el mismo tratamiento que los chicos con causas penales.

  • Estadística
  • Es decir, cuando un chico sale de un instituto al que entró por causas asistenciales (desamparo), generalmente termina volviendo pero por causas penales, y ya adultos terminan en la cárcel casi el 80 por ciento de los que pasaron por institutos.
    Se calcula que en la actualidad, en la provincia de Buenos Aires hay casi 1000 chicos detenidos por causas penales y 8000 por causas asistenciales. Pero la legislación vigente no analiza la situación particular de cada chico. Está detenido el que delinque como el menor que está en situación de abandono, que está en la calle pero no cometió ningún delito (causa asistencial). Se los detiene y se los aloja en una comisaría o son privados de su libertad en un instituto.




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