03/05/2002

Vivir desocupado

  • El flagelo del nuevo siglo
  • Más de 2500 convecinos deben enfrentar la triste realidad de la desocupación. Las preocupaciones mayores de los colonenses son la falta de seguridad y la falta de trabajo.

    tapa_sem-12.jpg - 36030 Bytes El panorama es desolador. Según datos estadísticos en estos momentos habría 2500 convecinos desocupados. En una población económicamente activa (18 a 65 años) de 10 mil personas, el índice de desocupación llegaría a un 25 por ciento. La “mano” del Estado no puede cobijar a todos y solamente se atiende los casos más desesperantes. En este sentido, el “paraguas” social pudo absorber a 700 desocupados con algún tipo de subsidio del gobierno nacional.
    Las dos últimas décadas fueron nefastas. El campo expulsó mano de obra (tamberos, puesteros, alambradores, poceros, arriadores, mecánicos etc). La industria metalúrgica local perdió a más de 60 por ciento de los puestos de trabajo. En otros rubros como el de mecánicos, un sindicalista de Smata argumentaba“Llegamos a tener 300 afiliados, hoy podemos decir que quedaron entre 60 y 70”. El rubro textil quedó desbastado. Los pequeños talleres que daban trabajo a centenares de convecinas fueron cerrando paulatinamente.
    La descripción solamente es parte de una triste realidad que vive la ciudad de Colón.

  • La ayuda social
  • La ayuda social que brinda Caritas, Iglesias Evangélicas, Estado Municipal debe tener un programa centralizado y unificado para que no se pierdan recursos económicos y humanos.
    Los datos estadísticos de octubre del 2001, indica que 2300 colonenses tienen las necesidades básicas insatisfechas. Las sucesivas crisis políticas y económicas vividas en los últimos meses seguramente dejó esta cifra en algo sumamente irreal y paupérrima.
    Una recorrida por los comedores escolares nos demuestra que la situación social se agravó. Una preceptora de escuela rural nos decía:
    “ Antes cuando llovía venían 10 chicos, en estos momentos aunque llueva torrencialmente vienen treinta a cuarenta alumnos, muchos padres están desocupados y no tienen que comer”.
    Por otro lado, una maestra de escuela urbana argumentó: “ Los lunes los chicos vienen con mucha hambre, repiten el plato (guisos o fideos con tuco), pero nos damos cuenta de la gravedad de la situación cuando en el menú hay carne, porque los chicos se desesperan como si hiciera días que no la probarán”. Lo positivo de está situación es que todavía los Comedores Escolares son eficientemente administrados y los chicos pueden comer alimentos en forma abundante y con buenas calorías (Milanesa, puré de papas , fideos con tuco, polenta, guiso de arroz). También si algún alumno quiere repetir el menú lo puede hacer.
    “Llegamos a tener 300 afiliados, hoy podemos decir que quedaron entre 60 y 70”.
    El rubro textil quedó desbastado. Los pequeños talleres que daban trabajo a centenares de convecinas fueron cerrando paulatinamente. La descripción solamente es parte de una triste realidad que vive la ciudad de Colón.

  • La ayuda social
  • La ayuda social que brinda Caritas, Iglesias Evangélicas, Estado Municipal debe tener un programa centralizado y unificado para que no se pierdan recursos económicos y humanos.
    Los datos estadísticos de octubre del 2001, indica que 2300 colonenses tienen las necesidades básicas insatisfechas. Las sucesivas crisis políticas y económicas vividas en los últimos meses seguramente dejó esta cifra en algo sumamente irreal y paupérrima.
    Una recorrida por los comedores escolares nos demuestra que la situación social se agravó. Una preceptora de escuela rural nos decía: “ Antes cuando llovía venían 10 chicos, en estos momentos aunque llueva torrencialmente vienen treinta a cuarenta alumnos, muchos padres están desocupados y no tienen que comer”.
    Por otro lado, una maestra de escuela urbana argumentó: “ Los lunes los chicos vienen con mucha hambre, repiten el plato (guisos o fideos con tuco), pero nos damos cuenta de la gravedad de la situación cuando en el menú hay carne, porque los chicos se desesperan como si hiciera días que no la probarán”. Lo positivo de está situación es que todavía los Comedores Escolares son eficientemente administrados y los chicos pueden comer alimentos en forma abundante y con buenas calorías (Milanesa, puré de papas , fideos con tuco, polenta, guiso de arroz). También si algún alumno quiere repetir el menú lo puede hacer.
    Una voluntaria del comedor evangélico señaló a cronista de Colón Doce: “ El trabajo es mucho, los padres de estos chicos están desocupados y muchas veces cuando vemos a la madre embarazada le decimos que traigan una olla y le damos una porción de lo que hemos preparado”.
    La información que trasciende dice que Caritas no tiene descanso con la atención a los más necesitados y jornada a jornada la situación parece desbordarse.

  • Los desocupados
  • La historia se multiplica en cualquier punto de la ciudad. En las últimas semanas hubo decenas de pequeños negocios que sucumbieron. El trabajo no es solo ganarse el pan si no una respuesta existencial del ser humano y que hace a su salud mental.
    El desocupado colonense además en poco tiempo ya perdió toda esperanza . Las fábricas que funcionan tienen los puestos cubiertos. Un desocupado nos argumentaba: “ ya no busco trabajo porque no hay donde ir a pedirlo”. Algunos consultados comenzaron a trabajar en forma informal (jardineros, podadores, pintores, albañiles) pero el corralito y la falta de dinero en la clase media y media alta, término por cercarlos.

  • El futuro
  • Los gobernantes deben tener prioridades y saber cuales son las mejores oportunidades. En estos momentos subvencionados por el gobierno de la Provincia se realizan Foros de Turismo en distintas ciudades, incluso Colón. La organización cuesta los escasos dineros públicos (abordaremos este tema con amplitud en las próximas ediciones) que tiene el Estado provincial y municipal. Solamente podemos decir: ¿ Que clase de turismo - por más esfuerzos que se realicen- puede venir en invierno a nuestra ciudad ?.
    La situación daba para que mencionado Foro se realizará en setiembre o octubre donde se habré un cúmulo de posibilidades para la época estival. La prioridad para nuestra ciudad debe ser en estos momentos: como hacemos para que centenares de familias sin trabajo y sin subsidio puedan pasar el crudo invierno. La falta de calorías, el precio del kerosene, la falta de ropa abrigada, hace que la pregunta tome dimensiones de subsistencia.
    La cruda realidad nos indica que si no ponemos todo el esfuerzo en este aspecto , en nuestra ciudad habrá este invierno algún muerto por el frío y la falta de calorías.




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