23/11/2001

Historias de vida y muerte

El colonense Sergio Guevara tuvo una prolífica carrera delictiva en nuestra ciudad. El final fue en Rosario cuando lo atraparon luego de asaltar a un juez. En Venado Tuerto reactivan una causa mencionada hace dos ediciones por Colón Doce.

La primer historia tiene relación con la inseguridad. En la pasada edición publicamos el caso del colonense Sergio Gue-vara de 38 años.
El nombrado en la ciudad de Rosario integraba una banda delictiva que participó en un robo calificado contra el juez Ernesto Genesio. El colonense tenía dos pedidos de captura de la justicia por haber participado de varios robos a mano armada y la de usurpación de una vivienda. Los delitos se extendían por una amplia región del Departamento de General López y la zona céntrica de la ciudad de Rosario.
El detenido se fue de Colón hace algunos años. En nuestra ciudad vivió en el barrio Mirador del Lago. En su carrera delictiva nunca se olvidó de su “pago chico”. Según información de fuentes confiables en el último año podría haber participado en dos hechos puntuales que tuvo como principal punto de referencia el supermercado “La Anónima”, situado en calle 48 y 20. En los sendos ilícitos el lugar fue visitado por mecheras, oriundas de Rosario. Las mujeres fueron detenidas al intentar apoderarse de numerosas mercaderías.
La policía siempre supo que las mujeres delincuentes contaron con un apoyo logístico externo. El actual detenido por la policía santafesina habría sido el hombre que habría podido conducir el vehículo que trasladó a las rosarinas a nuestra ciudad y le brindó datos precisos.
Por otro lado, también es recordado el asalto a “Casa Ni-cola”, ubicado paradójicamente en 20 y 48. El delincuente que se apoderó de la caja registradora bajo amenaza de arma para luego huir sería Guevara.
Los delitos cuando Guevara se domiciliaba en nuestra ciudad, se sospechan que se extendieron a Pergamino con robos calificados incluidos.
El final de su carrera delictiva se dio cuando la policía allanó un departamento del barrio Fonavi, ubicado en la calle Riva 2609 de Rosario. En el procedimiento se encontraron pruebas contundentes de varios delitos cometidos, incluso contra farmacias del radio céntrico de la Chicago Argentina.
La policía santafesina lo buscaba por golpear y asaltar al juez Ernesto Genesio. La banda estaba integrada por cinco peligrosos delincuentes. Tal vez la medida de estos dichos, las podamos demostrar con el ejemplo que terminado el asalto a Ge-nesio, un delincuente le apuntó a la cabeza del magistrado y señaló ¿le tiro?, la maniobra no fue completada al oponerse un miembro de la banda actuante.

  • Los casos
  • Los tres casos regionales investigados fueron: Ramón Bouchon que tenía 19 años y falleció en mayo de l994 en un presunto enfrentamiento con la policía en la ciudad de San Nicolás . Por su parte, Jorge Figheredo se domiciliaba en Casilda, Santa Fe, sus padres nunca sabrán las verdaderas causas de su muerte, aunque se sospecha que habría sido ejecutado por la policía santafesina.
    En el informe decíamos que el caso más emblemático de nuestra región y que nunca fue debidamente aclarado fue el de Clemente Arona, muerto en setiembre de l999 en la ciudad de Venado Tuerto, al ser “sospechosamente” atropellado por un patrullero policial.
    Los familiares del joven que tenía 23 años, habían denunciado que pocos días antes de su muerte Arona había recibido amenazas de efectivos poli-ciales. En los últimos días el juez en lo Correccional, Héctor Vitelli realizó la reconstrucción de la infortunada muerte.
    También en las próximas horas se podría tomar declaración al suboficial Roberto Mandelli, el único imputado que tiene el voluminoso expediente y acusado de homicidio culposo al ser el que conducía el móvil policial. En estos momentos el acusado esta inhabilitado para conducir por tres meses y además debió soportar un embargo de 2000 pesos.

  • Caso Arona
  • El 8 de setiembre de l999 la moto que conducía Clemente Arona fue atropellada por el móvil policial cuando se desplazaba por Ruta 8 y calle Cha-cabuco de Venado Tuerto.
    En el vehículo de seguridad se trasladaban Vitelli y sus compañeros de fuerza Walter Gómez y Cesar Correa.
    La madre del fallecido, Ana Brighieri denunció rápidamente que el hecho no fue casual, y que la policía había planificado fríamente el accidente.
    Solamente una semana antes los familiares de Clemente Arona, habían denunciado que el joven había sido amenazado por la propia policía.
    La reconstrucción de la semana pasada demandó un amplio operativo policial, debido a que por casi tres horas se debió cortar el tránsito vehícular sobre la Ruta Nacional Nº 8 y esto produjo un gran congestionamiento de tránsito.
    La investigación judicial había determinado que Arona había concurrido a visitar a su novia, y haciendo el recorrido habitual para regresar a su casa fue atropellado por el móvil policial del Comando Radioeléctrico. Las pericias determinaron que el patrullero llevaba una velocidad de más de 120 kilómetros horarios algo muy infrecuente para una zona que es muy transitada.
    Las pericias además indicaron que el joven fue embestido en forma harto sospechosa. La moto de gran cilindrada fue chocada desde atrás y arrastrada casi 100 metros. También las pericias podrían demostrar que el conductor no habría realizado ninguna maniobra para evitar la colisión.

  • Contradicciones
  • Las declaraciones del principal imputado ahora parece que se contradicen con lo que los estudios planimétricos y pericias dictaminan.
    La verdad se conocerá cuando los peritos en un plazo de dos meses entreguen los estudios realizados en la reconstrucción y además se contrapongan a las declaraciones efectuadas en una ampliación indagatoria con el policía que conducía el móvil.
    Lo cierto es que Arona luego del accidente fue trasladado al Hospital Clemente Alvarez de Rosario. El fallecido tuvo una lenta y dolorosa agonía por dos semanas hasta que el 24 de setiembre de l999 se produjo el desenlace fatal.

  • La madre
  • La madre de Arona, Ana Bri-ghieri comenzó en ese momento una larga lucha que se extiende en el presente para esclarecer el hecho.
    Los viernes a las 20 se puede observar una trein-tena de personas que se reunen en la catedral venadense y luego marchan por la calles de la ciudad de Venado Tuerto con carteles que dicen “Justicia por Clemente. Basta de impunidad. Familiares y Amigos.”. La mujer siempre señaló “ a Clemente lo mató la policía no fue un accidente”.



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