05/10/2001

Triquinosis en la región: Crece la preocupación

Los casos de triquinosis en Colón revelaron una realidad regional. Los que viajan a otras ciudades deberán extremar los recaudos preventivos.

En Colón tal cual lo adelantó Colón Doce en pasadas ediciones se registró un caso de triquinosis. El mismo fue confirmado por análisis realizados en el laboratorio de Zoonosis de la ciudad de Azul y en un segundo caso se catalogó como presunto debido a que se realizó un diagnóstico médico e inmediatamente se le suministró anti-parisatarios específicos, sin realizar los respectivos análisis.

Los casos de triquinosis fueron contraídos por miembros de una misma familia que realizan viajes periódicos a la zona de Rosario (son camioneros) y donde presuntamente habrían ingerido derivados porcinos.
La afirmación parte de la certeza que otros miembros de la familia y amigos ingirieron los embutidos fabricados en nuestra ciudad y no contrajeron la enfermedad. Por otra parte, los análisis por digestión enzimática realizados sobre la mercadería perteneciente a la familia Mattioni (chorizos, bondiola etc) resultaron negativos.

Los casos de triquinosis en Colón (una enfermedad de denuncia obligatoria por los médicos que la detectan) dejó una dura lección. La Dirección de Bromatología de nuestra ciudad debió actuar de oficio y por una versión que circulaba en la calle.
Los análisis de la mercadería y los posteriores controles siguieron un camino oficioso. Por su parte, los nosocomios de Colón y Pergamino donde permaneció internado la persona afectada de apellido Mattioni, no se realizaron la respectiva denuncia a la Zona Sanitaria IV y a la Dirección de Bromatología para que se secuestre la mercadería sospechosa. Además los análisis del laboratorio de Azul confirmando el caso de triquinosis colo-nense, tardaron 30 días en ser enviados.
En otro sentido, podemos afirmar que si los casos de triquina en Colón, hubieran sido por ingerir la mercadería que fabricó la familia afectada, podría haber ocurrido un desastre de proporciones. Esperemos que desde ahora en más los respectivos controles sean aceitados y de esta forma evitar mayores males a la población.

  • Los cuidados
  • En distintas localidades de la región existen casos confirmados de triquinosis. En este sentido los hubo en Pergamino (1 mujer fallecida), San Nicolás, San Pedro, Baradero etc.
    El tema central pasa que aquellos que viajan asiduamente o en trámite de vacaciones deben abstenerse de ingerir derivados de cerdos que no están debidamente identificados por rotulo de procedencia y con certificación de haber sido revisados por la inspección veterinaria correspondiente.
    Un ejemplo para tener en cuenta es la ciudad de Rosario. En los basurales periféricos existen decenas de criaderos de porcinos alimentados con basura.
    El cerdo que tiene esta procedencia ingresa al circuito comercial por distintos canales y puede ser la causa de los virulentos focos de triquina que se dan en esa región.

  • El ejemplo
  • En Rosario hace 15 días se dio un brote de triquinosis que afectó a 15 personas. El Servicio Nacional de Sanidad Animal realizó procedimientos en cercanías del arroyo Ludueña a escasos metros de la Ruta 9 en la zona de Roldán.
    Los salamines y salames que dieron origen al brote de la enfermedad habían sido vendidos en una carnicería barrial perteneciente a José Villagrán.
    El carnicero declaró en la causa judicial que los cerdos que sirvieron de materia prima para la elaboración de los subproductos habían sido comprados a un ciruja que se dedica a la cría y que los alimentaba con basura.
    La mercadería que fabricó el carnicero de la ciudad de Roldán ingresó al circuito comercial con las consecuencias sanitarias descriptas.



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