10/08/2001

Crónicas policiales: La vida con capucha y pistola

En Colón desde principio del año 2000 se sucedieron 54 asaltos a mano armada. Los delincuentes que cometieron los hechos son colonenses y no llegan a un número de 15.

tapa107.jpg - 67330 Bytes La ciudad se conmovió. El viernes 29 de julio a las 22.20, llegó el momento “tan temido”. Un delincuente disparó al menos seis balazos contra Jorge Straccio de 42 años, propietario de una rotisería, ubicada en calle 25 entre 52 y 53. Las balas en un número de tres perforaron distintas partes de la humanidad del comerciante. Nada sería igual en la ciudad. Un malviviente sin escrúpulos camina entre nosotros y puede asestar en cualquier momento un golpe trágico.
Esa noche no había explicaciones. El hijo de corta edad de Stracio miraba sin ver y trataba de explicar los motivos. En esos momentos decía: “ Seguro que los asaltantes sabían que mi papa había sacado plata del Banco por temor a las medidas de Cavallo”. Colón Doce recibió testimonios que antes y después del comentado ilícito, un vehículo estuvo rondando la cuadra en actitud sospechosa, incluso pudo cruzarse cuando se retiraba del sector con los patrulleros policiales que convergían en el comercio asaltado, ante el llamado de auxilio de las víctimas.

  • Relaciones
  • Por otro lado, estamos en condiciones de decir que ese día a las 22, dos personas que serían las sospechadas de realizar el asalto a Stracio, ingresaron a un comercio del barrio de Barracas y al observar que eran reconocidos se retiraron.
    Estas dos personas con frondosos antecedentes habrían tenido similar vestimenta que los asaltantes de la rotisería de calle 25 entre 52 y 53. Los testigos del accionar delictivo en ambos comercios –por separado- señalan a los mismos dos delincuentes como los protagonistas del intento de asalto y el posterior de la rotisería .
    Lo notable que en el primer caso se desplazaban en un ciclomotor y uno de ellos es propietario del vehículo sospechoso que se vio rondar la rotisería de Stracio.
    La hipótesis de Colón Doce es que la banda dedicada a este tipo de ilícitos está integrada por cuatro personas. En el vehículo sospechoso de color blanco, había dos individuos que habrían actuado de apoyo a los que ingresaron a la rotisería y dispararon a mansalva con un revólver calibre 38.
    La modalidad es la siguiente: El apoyo logístico que se desplaza en el auto (que tiene características inconfundibles) se sitúa en las cercanías del comercio elegido y realiza las tareas de inteligencia. Los otros dos delincuentes que se mueven en el ciclomotor -más ágil para la huida- realizan el asalto.

  • Pesquisas
  • La policía habría investigado y realizado dos allanamientos en la vivienda de los posibles ocupantes del auto sospechoso. Ambos resultaron negativos.
    El error habría sido que el ocupante del ciclomotor sería el propietario del auto y lo habría “prestado” para que otros dos cómplices realizan las tareas de apoyo. Esto nos confirma que existe un alto grado de planeamiento y funcionamiento de la banda. El arma de fuego utilizada no estaría registrada y podría estar “escondida” en una vivienda de un conocido o familiar del delincuente que disparó a mansalva contra Straccio.
    Por otro lado, el arma utilizada deja sus huellas digitales en los proyectiles disparados. Las pericias a través de las estrías dejadas, puede determinar con total exactitud de que arma fue disparado el proyectil. El tema es sencillo. En la fabricación cada arma recibe una “uña” que es pasada en el interior del caño y marca líneas denominadas en las pericias como dextrogiros que son las “huellas” dejadas en el proyectil.
    Ningún arma tiene marcas iguales y eso para los peritos marcan “pistas” fundamentales e inequívocas. En el comercio se habrían ubicado varios proyectiles, incluso uno de ellos fue extraído del cuerpo de Stracio.
    Si el arma es ubicada se podrá determinar si los proyectiles encontrados fueron disparados por la misma.

  • Idéntico
  • Los datos reunidos por Colón Doce nos conduce a una nueva pista. El asalto a la firma Bertone Hnos. Un individuo encapuchado ingresó con un arma de fuego y amenazó a uno de los propietarios. Al apoderase del dinero huyó a la carrera. La policía tenía un móvil en Rhasa que concurrió rápidamente y por una calle de tierra (sería la 48) se cruzó con un vehículo sospechoso.
    En su interior se encontraban dos individuos con antecedentes policiales. Al registrase no se encontró el botín y el arma de fuego. La hipótesis es la siguiente: el vehículo sospechoso (sería el mismo del asalto a Stracio) al observar el móvil policial que venía a dos cuadras se detuvo y el tercer malviviente se arrojó del mismo desa-pareciendo de la escena a campo traviesa. El caco se llevó consigo el arma y el dinero robado elementos fundamentales para acusarlos.
    Por este motivo, en la requisa realizada al vehículo, los uniformados no encontraron pruebas suficientes para que el Fiscal actuante ordenara su detención. Esta metodología es similar al asalto a Stracio. En los alrededores existen cacos que dan apoyatura logística a los que realizan los asaltos. La banda estaría integrada por cuatro personas y de ser apresados la tranquilidad volvería a la ciudad.

  • La segunda
  • Estos datos demuestran que en Colón actuaron tres bandas dedicadas a llevar adelante asaltos de mano armada. En este sentido, dos de ellas están desmembradas y con sus “jefes” entre rejas. Solo restaría encarcelar la tercera y tal vez las más violenta.
    El episodio del asalto del comercio “El campito”, ubicado en 46 y 9 donde su propietario se resistió y los vecinos persiguieron al malviviente también demuestra como actuó esta gavilla. En 43 y 12 fue detenido el responsable del ilícito de apellido Carú y que luego en rueda de reconocimiento fue identificado por otros comerciantes que fueron víctimas de robos calificados (utilizando arma de fuego).

  • Los cómplices
  • La pregunta es ¿Carú actúo solo?. Colón Doce tiene la convicción que no. Los testimonios para demostrar la hipótesis son varios.
    Un testigo que persiguió al delincuente señaló que cuando se dirigía a 46 y 9, para saber que pasaba y vio que alguien había salido corriendo (Carú), un joven que se encontraba al 50 metros del comercio y tratando de “embarrar la cancha” le dijo: “No pasa nada es una discusión del momento y este se fue (por Carú) para no pelear”. El testigo comenzó a correr al delincuente y al dar vuelta la cabeza observó que el segundo joven era levantado por dos chicas que se desplazaban en sendos ciclomotores para retirase del lugar.
    El testigo con sus dichos demostraría que el ahora detenido, no actuó solo si no que en las inmediaciones tenía otros tres cómplices que lo apoyaban logísticamente.

  • El tercer polo
  • El tercer “polo” de malvivientes que asaltaba los comercios de Colón también está detenido. En este sentido, debemos retroceder hasta el ilícito cometido contra el martillero Juan Gasparini. En ese hecho actuaron dos delincuentes. La policía poco después pudo detener a uno de ellos. Se trataba de un delincuente de apellido Ortiz, con antecedentes policiales y que además tenía régimen de libertad vigilada, mediante la famosa pulsera satelital que tiene el Servicio Penitenciario Provincial.
    Por último debemos decir que pueden existir capacidad delictiva en media docena de malvivientes domiciliados en el barrio 9 de Julio y Mirador del Lago, pero estarían controlados y solo se espera que actúen para “cerrarles el camino” y detenerlos.

  • La preocupación
  • La mayor preocupación que existe en la sociedad es la relación existente entre el consumo de droga y delito. La mayoría de los delincuentes que actúan en este tipo hechos delictivos por lo general consumen drogas. Existe en estos casos una fuerte relación también con ventas de estupefacientes. Esta es una deuda pendiente de los uniformados encargados de reprimir la comercialización de drogas que sigue en auge por estas latitudes.



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