27/04/2001

Investigación especial:" La inseguridad nace en la desigualdad "

Los reclamos por la inseguridad son cada vez más contundentes. El problema lejos de solucionarse se agrava. La cuna de la problemática es la notoria desigualdad de oportunidades.

El mapa de la delincuencia juvenil bonaerense es un canto a la desesperación. El Centro de Operaciones de la Policía Bonaerense informó que casi seis mil menores fueron detenidos en el 2000. De ellos cuatro mil están acusados de delitos graves. Lo más preocupante es que de ese total, 274 adolescentes fueron imputados de homicidios y casi 600 quedaron presos después de enfrentarse a tiros con la fuerza de seguridad. Las causas donde están involucrados menores aumentaron un 15 por ciento en los dos últimos años.
El perfil de ladrón que actúa en las ciudades del interior bonaerense - datos del Ministerio de Seguridad- nos señala que el 65% no fue nunca a la escuela secundaria, el 39 por ciento completó la formación primaria y el 26% no terminó ni siquiera este ciclo. Por último el 89 % de los detenidos son jóvenes y la edad promedio es de 25 años.

  • En Colón
  • La problemática es compleja pero seguramente si no buscamos soluciones a corto, mediano y largo plazo, la inseguridad que nos afecta seguirá avanzando y llegara a límites inimaginables.
    Colón Doce observó que aproximadamente en el 90 por ciento de los delitos cometidos en nuestra ciudad los responsables son menores de edad. El uso de armas de fuego no está ausente en algunos de los asaltos ocurridos últimamente. También pudimos determinar que en casi todos los casos los menores atrapados no tienen estudios secundarios y ni siquiera muchos terminaron el primario.
    Tal vez el ejemplo más patético y que debe llamar a reflexión sean los dichos de una docente de nuestra ciudad. La profesora observó una inclinación muy particular de un alumno hacia las computadoras, tenía afán de aprender. La escuela donde concurría el adolescente no podía brindar todo el moderno material para que sea usado por el estudiante. Con el correr del tiempo y por diversas causas el chico abandonó sus estudios. A los pocos meses ese adolescente fue detenido por robo. El botín que se le encontró fue una computadora. La misma había sido robada de un establecimiento educativo.

  • En general
  • El perito psiquiatra del Poder Judicial bonaerense, Jorge Folino advierte " resulta escalofriante el aumento de la cantidad de chicos inculpados por homicidios en los últimos 15 años". Agregó "en los años 70, los adolescentes eran autores de sólo el cinco por ciento de los crímenes, pero a partir de l991 esa cifra trepó al 38 por ciento".
    Tal vez los colonenses recuerden en cuantas ocasiones hace dos décadas se encontraban menores delinquiendo en nuestra ciudad. El índice era prácticamente nulo. En la actualidad la mayoría de los delitos son cometido por adolescentes y jóvenes. La pregunta es ¿Qué es lo que hicimos mal?.
    La realidad nos demuestra que los menores que delinquen en Colón son marginales del sistema educativo, de salud y de los planes sociales. Entonces podemos afirmar que las políticas sociales fallan en forma grave y ese es el primer punto a revertir. La vieja y tradicional política de repartir la caja de alimentos, el colchón y las zapatillas término. Los que propugnan este tipo de justicia social son los responsables de la actual y violenta situación.

  • Casos puntuales
  • En el barrio Mirador del Lago existe un ejemplo puntual. En un departamento viven 18 personas. En el grupo se encuentran tres menores de corta edad. Los que transitan el lugar pueden observar a la mañana temprano a estos chicos circular por las calles de la barriada. Por lo menos dos vecinas conmovidas por la situación les preparan el desayuno y les brindan un poco de afecto.
    Colón Doce conversó con habitante del lugar que nos señaló: " el problema es grave, hace poco tiempo era un domingo de madrugada, sentimos llantos desconsolados y los chicos a pesar de que hacía frío, salieron desnuditos a la calle, el llanto despertó a una vecina que los cobijo y les dio algo caliente, la madre los había dejado dormiendo, para concurrir a una conocida bailanta y los chicos se despertaron asustados y salieron a la calle" Agregó " dos vecinas casi todos los días le dan el desayuno. El cuadro es desgarrador, como viven 18 personas en el departamento no hay lugar para que duerman todos y a las seis o siete de la mañana los grandes sacan a los más chicos para comenzar a descansar ellos, y lo más grave de esto, es que nadie toma cartas en el asunto".
    Los menores tienen entre 3 y 10 años. Las causas judiciales contra el grupo son numerosas. Lo notable que ni asistentes sociales, jueza de menores, autoridad con responsabilidad en la problemática intervienen. Este es la simiente donde el monstruo de la violencia comienza a gestarse y crecer.

  • Otro ejemplo
  • La familia había tenido su cuarto hijo. Las asistentes sociales comprobaron que como vivienda tenían un pieza de cuatro por cuatro donde cocinaban, comían y dormían. La madre es deficiente mental y al tener el cuarto hijo, las asistentes sociales reclamaron que se le pudieran ligar las trompas. El magistrado interviniente denegó el pedido. La familia siguió creciendo y en la actualidad cuenta con diez hijos.
    Las condiciones donde habitan prácticamente no han cambiado. Este cronista hace tiempo pudo observar en pleno invierno a un menor de tres años, íntegramente desnudo jugando en la calle con barro. El mayor de los hijos pasa los 20 años y el más pequeño tendrá entre 8 o 9 años. Algunos de los hermanos - todos varones- tuvieron varias entradas a la comisaría. La justicia los acusó de robos y hurtos. Uno de ellos, en la actualidad esta internado en un Instituto de Menores de La Plata, hace poco tiempo se escapó y luego de tres meses fue recapturado.
    Otro de los hermanos en la edad adolescente se clasificó para los Juegos Juveniles Bonaerenses. Al llegar al hotel el asombró lo invadió, al observar las camas con sábanas limpias. Los que presenciaron la escena jamás lo olvidarán.
    Por lo expuesto podemos afirmar que en el proceso de crecimiento de esta familia algo falló, pero el Estado en su función no pudo torcer el rumbo. La asistencia social por descuido o ignorancia no existió y nuevamente dejamos sembrar la semilla de la violencia . Los ejemplos pueden seguir indefinidamente, pero queda claro que todos somos culpables de la inseguridad que nos rodea.

  • El problema
  • Un periodista escribió en una editorial sobre el tema: " sin dudas el problema es complejo en grado extremo. Pero la complejidad en modo alguno justifica que se lo siga enfrentando con tan escasa eficacia como hasta ahora. No lograr que este índice decrezca equivale a convalidar el suicidio de la sociedad". Los mayores También muchos de los que se quejan por la ola de inseguridad son culpables de la situación. Existe un caso emblemático. Hace tiempo, un hombre denunció un robo en su casa. La policía atrapó a los menores que cometieron el ilícito. Colón Doce siguió su averiguación y pudo determinar que antes del ilícito el denunciante habría tenido relaciones con los rateros. El hombre mayor y de gran educación, fue visitado por una o dos de las menores detenidas en varias ocasiones. Estos encuentros furtivos se habrían mantenido un corto tiempo. El motivo solo lo saben las cuatro paredes de la vivienda, aunque es obvio pensarlo.

    La pregunta es ¿cuál es la verdadera víctima?.



    Volver a Semanario Colon Doce