04/04/2001

Robaron en Delta

La policía de Colón detuvo a tres personas que ingresaron con fines de robo en el ex supermercado Delta, ubicado en 50 y 14. Según trascendió, un vecino al observar movimientos extraños en la azotea, avisó a las fuerzas de seguridad.

Al llegar la policía observó en el sector adyacente un vehículo que estaba siendo empujado por varias personas, encontrándose que en el mismo había abundante mercadería. Los malvivientes percatados de la llegada de los uniformados trataban de disimular su actividad aunque sin éxito.

La partida policial logró detener a tres personas (dos mayores y un menor). Los intrusos habían ingresado al comercio a través de una puerta que comunica él deposito con la azotea.

Según nuestra información la abertura había sido especialmente sellada por orden judicial, debido a los continuos faltantes que se habrían registrado en los primeros días luego del cierre de la empresa.

Los ladrones conocían perfectamente el lugar y se confirmó que por lo menos uno había trabajado en la empresa quebrada. En el interior del local se encontró varias bolsas de plástico cargadas con diversas mercaderías y preparadas para un segundo viaje.
También en la terraza se encontraron diversos elementos diseminados y que tendrían varios días a la intemperie.

La policía sospecha que la práctica de los cacos es de larga data e incluso se relaciona con una persecución y abandono de un vehículo (Renault 12) en 55 y 18. El mismo al revisarlo estaba cargado de mercadería.
Por último, en las primeras semanas luego del cierre de Delta, al ingresar personal de la justicia y concejales, se encontraron en los pasillos del local de venta varias bolsas cargadas de mercadería y varias góndolas (aceite, vinos, limpieza) vacías.

  • Roban en Don Ignacio
  • El sábado de madrugada, autores desconocidos, ingresaron al comercio "Don Ignacio", ubicado en calle 25 y 50.
    Los ladrones destrozaron con un objeto contundente la puerta de ingreso al local, tipo blindex y aunque sonó la alarma, tuvieron tiempo de apoderarse de la caja registradora y huir amparados en la oscuridad.
    El botín solo alcanzó a unas monedas de cambio, mientras que los destrozos fueron evaluados en más de mil pesos.



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