02/03/2001
Concejo Deliberante

Los aliancistas están "transpirando" más de la cuenta. La situación excede el marco político institucional y entra en el rubro infraestructura.

La oficina que tienen en el Concejo Deliberante está situada en el entretecho. Las temperaturas -sin sensación térmica- a las 12 del mediodía, en la pequeña habitación son similares a las de Kenia. El ex concejal de nombre Enrique, muy proclive a los mates mañaneros, esta estudiando seriamente cebar los famosos "tereré".
La infusión lleva "cubitos", pero no va a ver forma de conservarlos.
Por otro lado, los concejales de la oposición miran con sana envidia las instalaciones del justi-cialismo, con líneas telefónicas, y varias oficinas. Algunos llegan a decir " Guillermo, en algún momento vas a llegar a ser oposición y todavía te quedan tres años de mandato". ¡ Que se rompa pero que no se doble!.

  • El pino
  • Sucedió hace dos semanas. El jovencito venía con su moderno vehículo. La madrugada comenzaba a diluirse en plaza San Martín el sol se asomaba tímidamente como pidiendo permiso. El casi adolescente no tuvo mejor idea que bajarse y arrancar un hermoso pino que lucía orgulloso su follaje verde.
    Es que debía y además quería tener un grato recuerdo de los momentos vividos. El policía lo vio y se lo llevó a la Comisaria. Algunos señalan que la lavada de cabeza fue grande y debió volver al predio a plantarlo. Un familiar -avisado de la situación- dicen que dijo "!Pero tanto lío, era solo un pino!. ¡Hay valores que están en decadencia!

  • Conciencia sucia
  • El viernes por la noche la zona céntrica parecía una graduación de la "academia de policías". Había uniformados como para hacer dulce. En la esquina de 46 y 21, se montó una parte del operativo de prevención con 1 patrullero y 8 agentes. Un vecino atento a las circunstancias que atraviesa la ciudad y muy proclive a los cálculos matemáticos, contabilizó los convecinos que tenían algo que esconder.
    Los autos que venían por calle 21 de 44 a 46, al avistar las balizas y el personal de seguridad, tenían dos opciones seguir o doblar por 45. El vecino saco cuentas y contabilizó que el cincuenta por ciento dobló antes de llegar al cruce donde estaban los uniformados. ¿Tenemos tantas cosas que esconder ?



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