16/02/2001

Un karma

En la comisaría se vivía una tarde agitada. La columna mercurial llegaba a los 35 grados.
La sala de espera estaba colmada de gente. Las comparaciones no son buenas, pero por la cantidad de "pacientes", el lugar se asemejaba al pasillo del Hospital Municipal, un día lunes a las siete de la mañana.
En este contexto, algunos "denunciados" transpiraban como "testigo falso" y la verdad que la situación ameritaba la preocupación. Una pareja de "denunciados" sobresalía y se oyó que el hombre mayor le decía al más joven: "si voy detenido supongo que no me meterán en el calabozo con los violadores y el homicida", el más joven -con cara de pánico, contestó: "por las dudas anda a buscar calzoncillo de lata".

  • Se entregó
  • El comisario Silva estaba "tapado" de papeles y para colmo los efectivos policiales estaban realizando dos allanamientos. En eso, ingresa a la sala una persona con pedido de captura. El juez de Garantías, había librado la orden de detención hacia apenas 24 horas.
    El "buscado" llegó con su mujer y sus pequeños hijos y pidió hablar con el comisario. El oficial se dirigió a la oficina y abrió la puerta, el "buscado" gritó " me entrego con toda la familia, así que no se preocupe más ¡vamos todos presos!". El comisario habría atinado a contestar: " ¿Pero vos, que te crees que esto? ¡el convento de las Carmelitas Descalzas!".

  • La gente seguía llegando
  • La gente seguía llegando a la antesala. Era como una heladería, había para todos los gustos. En un rincón estaba la mujer que tenía la nena víctima de una mordedura ocasionada por "el perro del circo". En un sillón, otra mujer lloraba porque aparentemente no podía sacar los muebles de la casa de su ex pareja.
    En cercanías de la puerta, una pareja discutía si era conveniente denunciar al vecino por la rotura de los vidrios de una ventana. Un poco más allá, una joven -cómodamente sentada- decía que le había desaparecido el monedero con los documentos y un hombre que estaba al lado, aparentemente haría una denuncia por abandono de hogar de la mujer.
    El comisario salió de su oficina y dijo ¨me voy a tomar aire puro". Alguien se le acercó y le señaló ¡Bienvenido a Colón!"



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