27/10/2000
Capítulo final. El último gran secuestro

En la causa Díaz Franco, el único detenido es Jorge Rivas.
El colonense niega haber participado de secuestros extorsivos y solamente reconoció dedicarse a lo que es "pirateria del asfalto y vender autos truchos". En un reportaje períodistico dijo "ser perseguido por no pagar una coima a la policia" y Agregó " que los secuestros que se le atribuyen fueron realizados por los servicios de inteligencia".
En otra parte, argumentó "mi detención en el caso Díaz Franco aparece como una cortina de humo para otros negocios. Quiero decir que el (comisario) Romero y Carlos Carbone respondían a un jefe, que era(el entonces ministro de gobierno Jaime) Belfer".
El tiempo pasó y lo notable es que Carbone y Romero aparecieron investigando en l997, el caso de la maestra jardinera, María Rosa Di Leo. Un caso no cerrado y que en proximas ediciones publicaremos"inesperadas revelaciones".

Jorge Rivas, Ariel Garcia, Caffese y Roldán fueron acusados del secuestro de Jorge Negrini en Monte Maíz, Córdoba y la de Fernando Massaro. El colonense niega la participación y dice "fue una invención del comisario Raúl Romero por una "venganza personal".
Por otro lado, El comisario Carlos Cavallo, acusa a la banda colonense de haber realizado en su accionar delictual de 100 delitos de piratería del asfalto, cincuenta asaltos a bancos y seis secuestros extorsivos y diez homicidios.
Rivas los desmiente y señala "hay una cosa notable: la única causa que tenemos en común es la de Díaz Franco. No existe en ningún juzgado del país una causa que relacione a Garcia, Roldán y Rivas".

El comisario, Angel Roberto Salguero, tenía 43 años y cumplía funciones en la Comisaria 1º de San Justo. En febrero de l996 había llegado a sus manos un anónimo de cinco carillas escrita a mano y con letras diminutas. La misiva descubría la trama del secuestro de José Ricardo Díaz Franco.
El policia se trasladó a nuestra ciudad acompañado por el subcomisario, Juan Carlos Reynoso. Los investigadores durante 10 días realizaron un prolijo trabajo de inteligencia que incluía: fotos en primeros planos de personas sospechadas, gravaciones y seguimientos.

Angel Salguero además obtuvo una información "confidencial"y se trasladó al osario del Cementerio Municipal, donde fueron vanos los esfuerzos por encontrar indicios sobre los huesos (una mandibula de Díaz Franco).
También revisó la tumba de una persona no identificada que había sido inhumada tiempo atrás y que podría a ver sido el empresario rosarino raptado. Todo fue inutil. Los huesos nunca fueron hallados salvo los encontrados en el arroyo de Pearsón y que hicimos referencia en el anterior capítulo.
Por último, el destino hizo que el comisario Angel Salguero tomará a cargo la investigación del atentado de la Amia. El policia dijo que se trataba de un atentado realizado por la extrema derecha y ahora está acusado de desviar la investigación y seguramente dará testimonio en el "gran juicio".

El empleado rural, Orlando Ismaél Torres, observó los huesos en el lecho seco del arroyo de Pearsón, luego avisó al cabo Alfredo Brausteinir.
El policia los depósito en una caja de cartón (había una mandibula inferior humana con las piezas dentarias) y lo trasladó a la comisaría, donde supuestamente los recibió el comisario Leone. (el mismo que años después y "bajo extrañas" circunstancias se le escapará de la comisaria el mismisimo Jorge Rivas).
El destino posterior de los huesos es dificil de "perforar". Por el extravió de tan importante prueba judicial, se abrió una causa y debieron declarar casi dos decenas de policías.
Este periodista, leyó la mayoria de las declaraciones y algunos se contraponen. En primer lugar, el Comisario Leone, habría remitido los huesos encontrados al Hospital Municipal y alli un médico que realizaba guardia habría dicho "que se trataba de un animal carnivoro que habitaba la zona". (SIC). Ante estas "pericias", el policia le resto importancia a las piezas oseas

Con respecto al destino de los huesos que podrían develar el gran misterio de quién fue la persona arrojada al arroyo de Pearsón, existe varias versiones.
La primera dice que la mandibula y un humero fueron destruido y arrojados a la vera de la Ruta 8 entre Colón y Pergamino. La segunda que los huesos fueron depositados en el basural municipal y la tercera - la que abre una gran esperanza- que fueron enterrados en un Jardín.
Seguramente habrá personas que conocen el lugar y pueden develar con un simple llamado este misterio que lleva más de diez años y enluta a la familia Diaz Franco permitiendole cerrar un triste capítulo en su historia.

En la búsqueda de Pearsón hubría habido una maniobra para "embarrar la cancha".Una versión que tránsito en diversos niveles le da un manto a este hecho todavía más patético. La misma dice : cuando los responsables (delincuentes)de arrojar el cuerpo en el arroyo de Pearson, se enteraron que la policia bonaerense estaba realizando la búsqueda de un cádaver en ese lugar.
Para tratar de confundir a los investigadores y a los peritos, realizaron la siguiente maniobra: obtuvieron huesos de la tumba de una mujer y lo arrojaron al lecho del arroyo.
Por está maniobra, los técnicos del Seit encontraron huesos pertenecientes a un hombre y a una mujer.



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