29/09/2000
Parte II::Las mafias en la región.

. El paso del tiempo hizo que se derivaran a otros delitos como los celebres "Piratas del Asfalto".
La prostitución sigue siendo en algunas provincias-incluso cerca de nuestra ciudad- un gran negocio. En Colón a comienzos de siglo la casa de tolerancia "legal"se encontraba en calle 56.
Todavía algunos jóvenes de aquella época recuerdan el paso de los modernos vehículos "color negro" por calle 22 (que solo tenía iluminación hasta calle 52) con varias mujeres en su interior vestidas de coloridas ropas.
La temible organización "Zwi Migdal"todos los meses rotaba a sus "pupilas" y para ello utilizaba a fornidos guardaespaldas armados. En la memoria de muchos todavía quedaron los recuerdos de algunas de esas altarnadoras como la más famosa apodada "Rulito" y que tuvo su reinado en la primer parte del siglo. Esta mujer según nuestros datos era de ascendencia polaca.
Por otro lado, también quedaron gravados el nombre de algunas regentas como Ana o Luisa. Estás mujeres eran las encargadas de matener la disciplina entre el plantel de alternadoras, tratando además de hacer buenas relaciones públicas con los visitantes.

Juan Galiffi "Don Chicho Grande" y su lugarteniente "Chicho Chico" eran los capos de la mafia siciliana que también se radicó en Rosario, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires. Las relaciones de estos mafiosos se realizaba con todas las clases sociales y no tenían límites. La "ayuda" partía de la clase empobrecida ïnmigrante o de las grandes esferas del poder y de la alta sociedad. Juan Galifi tenía entre sus propiedades caballos de carreras, bodegas, campos, conseciones de juegos y hasta aserraderos en la provincia de Buenos Aires.
La mafia además incursionó en los raptos para pedir rescate. Tal vez el más publicitado sea el de Abel Ayerza, un jóven de una acomadada familia santafesina. La familia de clase alta había pagado el rescate pero los raptores mataron al cautivo de varios balazos. Su cuerpo fue encontrado en una maizal poco después. Los mafiosos lo habían matado a traición y la toda la sociedad se sorprendió primero y luego se indigno por la crueldad mostrada.

El caso, tuvo una relación casual con Colón. Las consultas realizadas a por lo menos cuatro fuentes diferentes, determinan que el telegrama que llevaba la contraseña para liberar a Ayerza, fue enviado -por un miembro de la banda- de la Sucursal de Correo local. La mafia había determinado que para despistar a los fuerzas policiales se emitiera un telegrama con una contraseña que les llegara a los "guardianes"del "cautivo". La familia había pagado la fuerte suma del rescate. El texto debia decir "suelten al chancho".

Al recibir esta contraseña los malvivientes debían liberar al secuestrado. Según nuestra propia reconstrucción, una equivocación en los telegrafistas -sistema empleado en esos años- que tomaron el texto para retramitirlo, habría originado la equivocación transformando la frase original en "maten al chancho".
Los "guradianes"al recibir esta frase, creyeron que la situación se había ido de las manos y ejecutaron al jóven. Una equivocación habría originado el trágico desenlace.
Colón Doce buscó documentación pero los telegramas y registro se guardan solamente cinco años. Las consultas realizadas a empleados de esa época no pudieron echar luz a esta cuestión. El telegrafista falleció y su compañero -debido a la edad- perdió la memoria.

La indignación se apoderó de toda la sociedad. El nuevo tipo de delito y desenlace hizo que el impacto de la noticia todavía llegue hasta nuestrios días. Juan Galliffi "Chicho Grande"había sido el responsable. El semanario Colón Doce rescató versos que demuestran la "bronca"que causó el asesinato de Ayerza.
"Don Chicho, el capo "maggiore", atisba, ordena, maquina, desde su cetro domina, diabólico y fantasmal, y se ejecuta el secuestro y aunque se paga el rescate ordena matar; quien mate tendrá en premio un dineral. Y es en vano que Abel ruegue con asento doloroso; atrás de él sigue el mafioso, su designio ha de cumplir. Debe asegurar el tiro para matar donde cuadre...aunque pida por la madre, Abel debe morir.
¡En vano invoca a la madre! ¡En vano ruega y se agita!. Juan Vinti lo precipita hacia el trágico maizal. Debe morir sin clemencia, el trágico fin lo aguarda y lo mata por la espalda el terrible criminal.
Alí Ben Amar Di Sharpe, Vicente y Pablo di Grado, los Grani son sindicados mafiosos, Frenda también. Los Rinaldi, Mariscalco, Bordone, los Bué, Pizzala, Vincequerra, ya en la mala, y Cacciatore después..." (continua proxima edición, secuestros asaltos y piratas)



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