18/08/2000
Internas y pedidos envenedados.

La seguridad es un deber del Estado e involucra a todos los ciudadanos. Los últimos acontecimientos ocurridos en la comisaría de Colón es un problema policial, que indefectiblemente repercute fuertemente en toda la sociedad. Los sectores políticos -oficialismo y oposición- no habrían realizado una correcta lectura y parece que el tema les pasó desapercibido.
En este sentido, el Consejo de Seguridad no se reunió y no llamó a funcionarios policiales responsable para saber que es lo que realmente está ocurriendo. La profundidad del tema debe llevar a los dirigentes locales a que realicen todos los esfuerzos políticos para tener un policia fuerte y sana.
La ciudadanía a esta altura de los acontecimientos está preguntando ¿que pasa?, y además a falta de datos ciertos, el común de la gente, realiza especulaciones que a veces no son ciertas. La policía es una fuerza civil armada al servicio de la comunidad.Los ciudadanos le delegamos funciones para que nos garanticen un bien preciado como es la seguridad.
Por contrapartida, y es lo más importante, si existen internas no resueltas o problemas de indiciplina en la fuerza policial, no solo es problema interno sino que se extiende al conjunto de la sociedad.

Colón Doce a través de una fuente altamente confiable tuvo acceso a la información hace exactamente once días. El tema en la edición del viernes igualmente fue primicia y repercutió profundamente en la opinión pública.
El problema que estalló en los últimos días -es un secreto a voces- que se arrastra desde hace bastante tiempo y que fue ignorado y a veces morigerado.
Los acontecimientos pueden dividirse en dos. El primero la carta dirigida al ministro de Seguridad, Oreste Verón, reclamando más horas Cores (extras) para cumplir satisfactoriamente el servicio.
La misiva habría sido encabezada por el oficial de mayor graduación y antigüedad, por rara paradoja también de apellido Verón y además la habrían firmado otros oficiales y suboficiales que se plegaron a la requisitoria.
En una fuerza de estructura verticalista como es la policia, el procedimiento utilizado violó los canales habituales para este tipo de requisitoria. El camino correcto hubiese sido Comisario, Jefe Departamental, Jefe de Policia, Ministro de Seguridad.
El final era el anunciado. Los oficiales que encabezaron el pedido fueron trasladados y sufrieron el castigo de arresto. El descargo de los policias firmantes es que anteriormente a la carta que hizo "explotar"el problema, se realizaron dos misivas más firmadas por oficiales y suboficiales que siguieron los pasos normales y que jamaz fueron contestadas.

Las internas El otro problema son las internas. En los últimos meses circula el rumor que en la Comisaria de Colón existe una interna en parte de su personal y que la misma fue subiendo de tono hasta estallar en los últimas semanas.
Colón Doce conversó con una alta fuente que señaló que hubo varias denuncias anónimas. En dos casos por horas Cores realizada por un oficial de alta graduación. El oficial involucrado habría pedido el traslado el jueves de la semana anterior al propio Jefe de la Departamental. Pero además las horas que cobraban habrían sido debidamente autorizadas por realizar tareas que le demandaban mucho tiempo.
El problema no termina aca. Existe un acontecimiento que habría profundizado las "rencillas" que existian entre las cuatro paredes del edificio de 51 y 18. Una versión con muchos visos de la realidad dice que efectivos de la Comisaria local habrían llamado a canal de cable de la "placa roja" para denunciar "corrupción"en nuestra ciudad.
El pedido habría sido que el canal mandara un móvil para tratar de "destapar la olla". El periodista que atendió se habría sorprendido porque a través del detector de llamada, comprobó que el pedido partía de una COMISARIA.
El hecho es grave y las autoridades pertinentes deben comprobar mediante el "chequeo"de salida de llamadas telefónicas, si la misma existió y bajo que tercio se realizó.
Pero lo más importante es de comprobarse la autenticidad de la versión, se debería aclarar que tipo de corrupción iba a ser la denunciada y que "ollas se debían destapar".
Cabe destacar que desde este lado de las paredes policiales existe una sociedad que está esperando una aclaración a estos problemas.



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