23/06/2000
La vida después de los setenta: Dante Hosmar Zanino, 76 años.

Sus padres vinieron de Italia y se instalaron en Colón en l900. La primer casa en sus recuerdos la ubica en 48 y 15.
El tiempo vió crecer a una familia numerosa con siete hermanos. A los 16 años un familiar le enseño el oficio en una peluquería que estaba ubicada en 50 y 14. (ahora ferreteria "El Sol").
"El lugar era muy despoblado y donde en la actualidad se levanta el polémico supermercado, era todo baldio hasta la calle 49. En total fueron dos años para ser medio oficial". Agrega "Eran otros tiempos y se comenzaba barriendo el local, pasando el cepillo a los sombreros y sacos y haciendo los mandados".

Dante Hosmar, argumenta: "los hombres eran muy puntillosos en su vestimenta y en su arreglo.
Los sábados los clientes se ponían fomentos en la cara, se afeitaban y elegían un perfume que se cobraba muy bién. El corte era el clásico de arriba hacia abajo y algunos usaban la famosa melinita, pero bien prolija.
Siempre había un pote de gomina muy grande porque se usaba mucho. La costumbre se perdió hace unos veinte años.
Eran otras épocas de bonanzas económicas. Los hombres que trabajaban en el campo y venían los fines de semana a los bailes y kermeses, paraban en un hotel o una pensión, y cuando salían lo hacían con saco y corbata, cuidaban el mínimo detalle en su vestimenta, como se decía " hasta el lustre de los zapatos". El tiempo paso y todo cambió.
En estos momentos existen cuatro o cinco clientes que todavían se afeitan en la peluquería".

El peluquero, luego de un breve paso de un año por el conurbano bonaerense, regresó a nuestra ciudad " en l945, trabaje en la peluquería de Cosentino que estaba ubicada en calle 18 entre 48 y 49 y despúes de cumplir con el servicio militar en San Nicolás, entre a la peluquería de Pascual Hipólito, en calle 47 entre 21 y 22, cerca de los "Andarines", cuando falleció y quedamos sin trabajo pude ingresar en el negocio de Gerlero, ubicado donde ahora es el Hotel Meditarraneo". Zanino hace una pausa busca en sus recuerdos y señala " En este lugar estuve desde l949 hasta l961".
El trabajador tiene un especial recuerdo para su socio fallecido hace poco tiempo, Héctor Aquiles Gambealte: argumenta con un hilo de voz "su muerte fue lo que más me impactó" y agrega "en lo de Gerlero nos conocimos y estuvimos juntos hasta que se le apagó la vida; primero abrimos un local por calle 21, pegado a la perfumería de Pratto, ya en l970, nos fuímos frente a la pompa funebre y en l980 nos venimos al actual local de la terminal.
Nosotros siempre trabajamos con una buena clientela y sin grandes sobresaltos. La situación económica del país incide, en mi comercio desde l990, tenemos la misma tarifa para el corte de pelo".

Dante Zanino recuerda a los primeros peluqueros de Colón " Según me contaron uno de los primeros fue de apellido Bueno y tenía la peluquería en calle 47 entre 23 y 24".
El cronista le recuerda en ese lugar trabajó en la década del veinte y como medio oficial , Roberto Gordillo, el que fuera el famoso "Pibe Cabeza". Luego la historia los recuerda como el delincuente que tuvo a maltraer a la policia de varios provincias. Su carrera de malviviente, terminó en los carnavales de 1937, en el barrio de Mataderos, cuando una partida de federales lo rodeó y luego de un corto tiroteo, una bala lo mató. En la actualidad su tumba bajo nombre falso se encuentra en el cementerio municipal.
El peluquero nos dice "si la versión la he escuchado" y continua " también estaba el local de Figueroa ubicado en la antigua terminal de colectivos en calle 47".

El entrevistado afirma "en la actualidad de la vieja guardia y con más de setenta años, el único que trabajo soy yo. Aunque hace poco tiempo seguia en su actividad en 21 y 49 el Sr. Ramuno, también estaba Montagna en calle 14 entre 47 y 46. En edad y en actividad me sigue " Coco" Papaolo, que tiene la peluquería en calle 19 entre 51 y 52 y más nuevos en el tiempo son los hermanos Rodriguez que están en calle 22 entre 47 y 48".
Por último nos dice "el peluquero debe tener buen estado físico, no es fácil realizar quince o veinte cortes por día, se sufre de las piernas y hasta pueden salir callos plantales, además se trrabaja mucho con las manos, pero a mi edad, puedo seguir en ritmo gracias a Dios".



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