07/04/2000
Misterio en la noche

Luego de la revelación de Colón Doce de posibles aterrizajes clandestinos en campos cercanos a nuestra ciudad, investigamos en profundidad el tema.
En esta edición contamos la caída de una avioneta con mercadería no licita.

Los aterrizajes de aviones clandestinos en la región no son nuevos.
En la década del 60 los hombres de campo los contaban por decenas.
La zona de la denomina colonia "Carlos Pellegrini" parecia ser por aquellos años una zona "caliente".
El cargamento que se "descargaba" era en su gran mayoría "cigarrillos de contrabando".
Los propietarios de campos de esa zona recuerdan los vuelos rasantes realizados en pequeños aviones y la llegada de vehículos y camionetas que servían para:
  1. Marcar el lugar de aterrizaje "pactado"con sus luces o la descarga "rápida"de las cajas con cigarrillos realizadas con vuelos rasantes .
  2. Para el traslado de la mercadería a los depositos y luego proceder con su comercialización.
En el presente algunas pequeñas fortunas familiares tiene aquel origen ilicito.

Colón Doce investigó esta vieja operatoria y encontró una prueba que perduró como mudo testigo en el tiempo.
Por razones obvias -anuque no estaba involucrado en el tema- no daremos a conocer el nombre del pequeño campo que sin querer se involucró con los aterrizajes clandestinos.
En l964 una avioneta que transportaba mercadería clandestina entró en emergencia.
El lugar geográfico de este incidente esta situado en un camino de tierra que une la localidad llamada Merceditas -en el presente una estación de trenes abandonada- y la Ruta Nacional Nº 8. Para mejor ubicación el campo afectado está a mitad de camino de ambos puntos mencionados.

Las fallas en el motor de la avioneta fueron escuchados por el propietario del campo casi a medianoche y alertaron a toda la familia.
También se escucharon varias explosiones y el clásico "rateo"de un motor.
Posteriormente fue todo silencio. El hombre de campo salió de la vivienda pero la cerrazón de la obscuridad le impidió observar ninguna anormalidad.

Con las primeras luces del sol, la sorpresa fue mayuscula.
Apenas a cien metros de la casa se encontraba una pequeña avioneta que había terminado su vuelo contra un alambrado que separaba el campo del camino real que terminaba en la Ruta 8.
Al acercarse no se distinguió a ninguna persona.
El interior del monomotor se encontraba atiborrado de paquetes de cigarrillos de contrabando y otros elementos que habían burlado la aduana nacional. El o los ocupantes habían dejado la preciosa carga abandonada y habían huido del lugar.

La maltrecha avioneta y la mercaderia ilicita nunca fue reclamada por ninguna empresa o persona. Los años pasaron y hasta hace pocos años los restos de la máquina "voladora"permanecían en el lugar y todavía era motivo de variados comentarios sobre su origen. Más pruebas Colón Doce tuvo acceso a un hombre retirado de su actividad comercial que nos mostró algunos documentos historicos. Entre ellos, se encontraba una misiva de invalorable valor. En la misma, un alto funcionario nacional -protagonista de nuestra historia- en la década del 50 aludaba afectuosamente a nuestro entrevistado. Ambos se habían conocido cuando el funcionario era corredor de una conocida marca de jabones y muchas noches fueron compartidas en los famosos bailes con orquesta que se realizaban en nuestra ciudad y Rojas. El hombre confió a este cronista que con el correr de los años y con este "corredor de mercadería" en ascendente carrera política que le permitió codearse con el riñon del poder nacional. En esos años de esplendor le había ofrecido como "negocio" al colonense la distribución en nuestra región de cigarrillos de contrabando. Cabe destacar que nuestro entrevistado se nego a esta operatoria, perdiéndose una pequeña fortuna, aunque no la amistad.



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