17/12/99
La Iglesia Evangélica realizó una campaña de 6 días para la construcción de un comedor destinado a chicos necesitados

Durante casi una semana los feligreses evangelistas se reunieron en el club Barracas para escuchar a un predicador argentino radicado en Estados Unidos. Al finalizar los encuentros se realizaron diversas tareas para recaudar fondos con el fin de construir un comedor en el barrio Rivadavia donde se atenderán más de 40 chicos carenciados.

La Iglesia del pastor Eduardo Rodríguez, realizó una campaña que finalizó el domingo pasado, con el propósito de recaudar fondos para la construcción de un comedor donde se atenderán chicos carenciados del barrio Rivadavia. La edificación se levantará en un terreno ya adquirido, ubicado en la intersección de las calles 129 y 46.

En la actualidad, el comedor, que se encuentra a cargo del matrimonio Villarruel, está funcionando en calle 44 y 26, en un inmueble alquilado que tiene serias deficiencias para la atención de los 40 niños, de diversas edades, que concurren al lugar para desayunar, almorzar y merendar.

Cabe destacar que esta Iglesia cuenta con varias instalaciones ubicadas en distintos barrios, donde brinda asistencia a casi 350 chicos carenciados de 2 a 14 años de edad, sin ningún tipo de ayuda oficial.


  • La campaña

    Los adeptos a la Iglesia concurrieron durante seis días a las instalaciones del club Barracas en 45 y 23. En horas de la noche, con la organización de Marisa y Luis Yonamine, se desarrollaron una serie de charlas y conferencias dirigidas a matrimonios y jóvenes. Luego, con la colaboración de los feligreses, se llevó a cabo la venta de artículos navideños y diversos platos preparados. Lo recaudado fue destinado a la construcción del comedor del barrio Rivadavia. La organización de este encuentro fue realizada por el equipo del centro de la Iglesia.


  • Predicador de Estados Unidos

    Los organizadores de este multitudinario encuentro invitaron al predicador Daniel Rosales, quien ofreció varias conferencias dirigidas a matrimonios y jóvenes, sobre las diferentes problemáticas que debe enfrentar la sociedad actual, como la droga, el alcoholismo, el materialismo y la falta de fe.

    Rosales es oriundo de Villa Constitución (Santa Fe), está casado y tiene cuatro hijos. En 1986 fue invitado a continuar su labor de predicador en los Estados Unidos, radicándose en Sarasota, Florida. En la actualidad desarrolla la actividad en esa ciudad y viaja continuamente a diversos países de Europa y América, dictando charlas y conferencias. Por otra parte tiene un programa radial que se emite en parte del viejo continente, norte de África y países latinos.

    En conversación con Colón Doce señaló "recibí la invitación del matrimonio Yonamine para trasladarme hasta esta hermosa ciudad de Colón y realizar una serie de charlas cristianas que transmitan un mensaje de esperanza y de fe". En cuanto a las diferencias de índole religiosa que observa entre sajones y latinos, señaló "el cristiano de estas latitudes es más ferviente, más efusivo. Esto se puede ver en la comunidad de Colón que expresa su alabanza a Dios batiendo palmas. El sajón por su parte, es más calmo".


  • Un quiebre

    Rosales cuenta por qué se radicó en Estados Unidos: "Fui llamado por una Iglesia americana a trabajar como pastor.

    Paralelamente comencé un programa de radio que rápidamente se extendió a varios países, por lo que continuamente era invitado a dar charlas. Esto me llevó a que en la actualidad mi vida esté consagrada a llevar la palabra de Dios a diversos pueblos y naciones" y agrega "lo más fuerte que me sucedió fue la conversión a la palabra de Dios. Tenía 20 años, era músico y aunque disfrutaba de ciertos placeres, tenía un vacío tremendo en mi vida, no tenía solución, ni encontraba respuesta a lo que buscaba. Un día me encontré a través de un mensaje evangélico con Jesucristo y de allí no me aparte más de su camino.

    Finalmente había hallado una respuesta a mi búsqueda y comencé desde ese día a darle sentido a mi existencia. La fecha de esa conversión nunca la olvidaré. Fue un 13 de mayo de l978. Luego, traté de compartir con otras personas lo que a mí me había ocurrido. Ahora realizo conferencias en Europa y América, contando mi experiencia a los que todavía están en busca de la verdad".

    Por último señala "la familia en la actualidad se siente defraudada y empieza a recorrer el camino de la fe. Siempre señalo que en Argentina todo está caro. Lo único barato que nos queda es la fe. La gente concurre a mis conferencias en busca de la verdad y diciendo basta al fraude de la sociedad de consumo y el materialismo".



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