3/12/99
Una madre colonense donó el riñón para que fuera trasplantado su hijo

Susana López es docente, desarrolla sus tareas en el Escuela Nº 2. José María Camporotondo es su hijo. Hoy tiene 27 años. A los 13 comenzó a sufrir inconvenientes en sus riñones. Durante tres años debió concurrir a diálisis. Su madre le donó un riñón. Hoy ambos evolucionan favorablemente.

Un nuevo trasplante se llevó a cabo en el Instituto Cemi de la Capital Federal. La historia involucra a dos colonenses. Susana López de Camporotondo es una docente que enviudó hace dos años y se domicilia en Barrio Mirador del Lago.

Es originaria de El Arbolito donde dictó clases en la Escuela Nº 5. La mudanza a nuestra ciudad la realizó cuando inauguraron el barrio de 52 y 7. En la actualidad desarrolla sus tareas en la Escuela Nº 2. En los últimos tiempos solo pensaba en la donación de su riñón.

José María Camporotondo es hijo de Susana López. A los 13 años comenzó a tener inconvenientes con sus riñones. El problema se fue agudizando. Hace tres años comenzó a dializarse. Los viajes a Pergamino se debían hacer en forma frecuente.

Una persona en diálisis debe asistir a que le purifiquen la sangre cada 44 horas y debe estar en conexión con la máquina tres o cuatro interminables horas. Su vida cambia y no es independiente para realizar algunas actividades.

  • La decisión

    Susana López tenía decidido desde hace mucho tiempo su donación. Su hijo José María, por este motivo no estaba inscripto en la lista de espera del Incucai.

    Hace aproximadamente un año comenzaron a practicarse algunos exámenes para concretar el ansiado trasplante, entre ellos, los estudios de histocompatibilidad para saber si el riñón iba a ser aceptado por el cuerpo receptor. Los médicos dieron el visto bueno y la intervención quirúrgica se llevó a cabo hace dos meses con total éxito.

    En el presente, Susana López y José María, ya viajaron dos veces a Colón y esta semana volvieron a la Capital Federal a realizarse un chequeo general. Los médicos afirman que la operación salió tal cual la programaron. José María aumentó varios kilos y se lo ve rebosante de salud. En su vida ya comienzan a cambiar algunas cosas. Entre ellas, el no depender de una máquina para vivir. Por su parte, su madre en poco tiempo podrá retornar a una vida normal y el establecimiento escolar de 50 y 22 la verá desarrollar la actividad que más quiere: la docencia.

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