26/11/99
EL REPOSO DEL GUERRERO DE ALMAS

Biografía no autorizada del Padre Denis Fitzpatrick

  • Su infancia

    El padre Denis Fitzpatrick nació en Irlanda en una vieja casa construida en 1790 en el seno de una familia acomodada. Las guerras civiles contra los ingleses y entre las propias facciones irlandesas empobreció a sus progenitores que debieron mudarse a Belfast. Allí terminó los primeros niveles de una férrea educación e ingresó a la facultad de medicina estudiando en ella dos años. La segunda guerra Mundial, lo encontró en Londres internado en un Hospital con una enfermedad de origen intestinal que le llevó más de tres años curar. Luego regresó a Irlanda pero poco tiempo después dejó los estudios de medicina. El destino le preparaba su futuro, sería un médico de almas.

    Los horrores de la guerra lo llevaron a compartir "las andanzas" con una compañía de teatro. Así recorrió su país un año. Pero el deber y la solidaridad era algo que lo llevaba muy adentro. Sentía que sus semejantes lo necesitaban e ingresó a la Cruz Roja irlandesa. El destino lo llevó a Holanda donde comenzó como enfermero a atender refugiados de guerra. La realidad lo golpeó muy duro. Las personas desfilaban ante sus ojos como esqueletos humanos. Solo había horror y sufrimiento luego del holocausto.

  • El sacerdote

    El padre Denis comenzó sus estudios de sacerdote a los 37 años. La decisión la tomó un día que observó un cartel con miles de personas y que decía "Quién partirá el pan de vida para toda esta gente". El seminario sacerdotal lo hizo en Jerusalén. Sus primeros pasos como sacerdote los dio en Medio Oriente. La guerra de los seis días ocurrió cuando él estaba en Siria. Fueron días difíciles porque todo extranjero era sospechoso y tomado como un potencial espía. Fue seguido por el temible servicio de inteligencia sirio e incluso amenazado de muerte. Finalmente pudo salir yendo a Damasco. El obispo de esa ciu-dad le dio un destino en el interior del Líbano en la localidad de Zahale. Luego de un año de trabajar con los cristianos del lugar, pidió ir a Guatemala. El obispo se lo concedió. En Guatemala fue destinado a un pequeño y moribundo pueblito del interior. Luego de algunas homilías a favor de los pobres fue prácticamente expulsado del lugar. El obispo le había avisado que no tocara esos temas, pero la injusticia y la pobreza extrema nuevamente lo reveló y debió partir.

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